Complacer a la reina Isabel II al grado de crear hasta cinco mil sombreros diferentes no parece ser una tarea tan sencilla —y aún así, el hombre que lo logró se consagró como una especie de ‘sombrerero’ mágico para la nobleza inglesa. Philip Somerville fue un renombrado modista británico conocido por sus exquisitos diseños de sombreros, respetado en la industria de la moda y creó sombreros para numerosas figuras prominentes, incluidos miembros de la familia real británica, celebridades y socialités. Los sombreros de Somerville eran celebrados por su elegancia, artesanía y atención al detalle, y aunque el diseñador dejó este plano en 2014, mantiene un legado de creatividad y estilo en el mundo de la sombrerería.
Los inicios
Philip era hijo de un reparador de zapatos, estudió en la escuela de St. Thomas y hasta probó suerte con la actuación (sin éxito). Su primer encuentro con sombreros vino de un trabajo que consiguió alrededor de los años cincuenta, en la compañía Jean Hat y después en la Star Hat Company en Auckland; a su retorno a Reino Unido trabajó con el sombrerero Otto Lucas, hasta que éste falleció en un accidente de avión y Somerville decidió emprender en su propio negocio.
La suerte y la buena disposición le fueron abriendo grandes puertas, suministrando sombreros a la tienda Harrods y distintos minoristas de Nueva York. Su tienda ubicada en Bond Streer le consiguió suficiente popularidad para atender solamente a clientes exclusivos a mediados de los ochenta. Finalmente, ya establecido en Chiltern Street, se dio a la tarea de presentar sus piezas a figuras de la nobleza.
Los cinco mil sombreros de la reina Isabel II
Para entonces la reina Isabel II ya era cliente de Sommerville, mientras éste le suministraba alrededor de 50 sombreros al año —y sí, cada uno era distinto, difícilmente encontrarías un diseño repetido. Todo este meticuloso proceso implicaba combinar los colores de la ropa de la reina, los eventos públicos a los que asistía y, claramente, el grado de comodidad. Recordemos que difícilmente vimos a la reina Isabel II sin sombrero a lo largo de sus 70 años en el trono: Trooping the Colour, tours internacionales, casas de caridad, visitas de estado... a donde sea que Isabel II hacía un acto de presencia, un sombrero de Philip Somerville le acompañaba.
Los sombreros para Lady Di
Y cuando los sombreros no eran comisionados para la monarca, vimos múltiples diseños para la ‘princesa del pueblo’. Philip fue elegido por la princesa Diana para ser su sombrerero personal —en el obituario de The Sunday Times hablan de la influencia a Lady Di, "él ayudó a moldear su estilo, y con él, el gusto por los sombreros en el país”. El modisto incitó a Diana a usar colores llamativos en lugar de los modelos discretos y emplumados que ella había elegido al inicio de su matrimonio: “Creo que Diana atrajo de nuevo al mercado británico al negocio de los sombreros, ya que recreó sombreros para personas más jóvenes”, vía The Sydney Monring Herald.
Hoy día la Royal Collection Trust comparte varios de los sombreros modelados por la reina Isabel II y detalla en qué ocasiones los usó. La variedad iba desde la realeza hasta haber creado los tocados para dos villanas de James Bond —y si eso no es cool, no sabemos qué lo es.