Recientemente hemos visto en pasarelas y en street style un corte sumamente elegante que vale la pena retomar como una de las tendencias más propositivas de la temporada, se trata de la maxiabertura lateral vestidos largos, misma que ha dejado de ser un simple recurso estilístico para convertirse en un gesto de fuerza femenina.
Este corte, que revela la pierna con cada paso, introduce un dinamismo inmediato en la silueta y proyecta una confianza que trasciende cualquier temporada. La maxiabertura en los vestidos ha adquirido un protagonismo indiscutible, un gesto audaz que transforma cualquier silueta en un manifiesto de seguridad, sensualidad y modernidad.
El arte de sugerir sin mostrarlo todo
La maxiabertura —ese trazo vertical que recorre la falda y deja a la vista la pierna al caminar— se ha convertido en uno de los detalles más codiciados en alfombras rojas, pasarelas y editoriales de moda. A diferencia de otros recursos que buscan únicamente resaltar la figura, este corte propone un juego de movimiento y ritmo en cada paso ya que genera una coreografía de telas que envuelve la silueta en dinamismo y sofisticación.
En los desfiles recientes, desde París hasta Nueva York, esta abertura ha sido reinterpretada en clave minimalista, con líneas puras y tejidos fluidos, pero también en versiones teatrales que alcanzan la cadera y marcan un punto de quiebre en la tradición de la alta costura.
Más allá de la sensualidad, un símbolo de seguridad
Aunque a menudo se le asocia con lo provocativo, la maxiabertura trasciende esa lectura reduccionista. No se trata solo de mostrar la pierna, sino de asumir el vestido como un espacio de empoderamiento. Al elegir un diseño con esta característica, la mujer proyecta seguridad en su propio cuerpo y en su estilo, enviando un mensaje claro, la elegancia no está reñida con la audacia.
En la alfombra roja, iconos como Angelina Jolie, Zendaya o Dua Lipa han consolidado el corte como un statement. No es casualidad que estilistas de Hollywood lo elijan constantemente ya que aporta verticalidad, alarga la figura y crea una narrativa de glam inmediato, capaz de elevar cualquier look.
Cómo integrarlo en tu guardarropa
La clave está en el equilibrio. Un vestido de seda con abertura lateral puede funcionar tanto en un cóctel íntimo como en una gala de gran formato, mientras que un diseño en crepé o satén se convierte en la elección ideal para bodas o cenas formales. Para un resultado armónico, los accesorios deben dialogar con la fluidez de la prenda, puedes intentarlo con sandalias de tiras finas, joyería minimalista y un beauty look pulido que no compita con el dramatismo del corte.
En el día a día, las versiones más sutiles —faldas midi con abertura frontal o vestidos camiseros reinterpretados— ofrecen una forma elegante de incorporar esta tendencia sin caer en excesos.
Un recurso que nunca pasa de moda
Más que una tendencia pasajera, la maxiabertura se ha consolidado como un recurso permanente en el diccionario del diseño. Al fin y al cabo, pocas intervenciones logran conjugar con tanta precisión el poder de lo femenino, la teatralidad de la moda y la búsqueda constante de libertad estética.