Con apenas 16 años, Kai Schreiber, hija de Naomi Watts y Liev Schreiber, se perfila como una de las voces más prometedoras y auténticas del modelaje contemporáneo. Su reciente debut en la pasarela de Valentino durante la Semana de la Moda de París no solo marcó un momento de ruptura estética, sino también un manifiesto de identidad, belleza y determinación. Pero más allá del linaje hollywoodense o la mirada de la industria, Kai es una joven que ha trazado su camino con convicción, influenciada profundamente por íconos del pasado como Marilyn Monroe.
Desde temprana edad, Kai demostró un interés genuino por la moda. Según ha compartido en entrevistas, solía obligar a su madre a grabarla durante horas mientras practicaba su pasarela en la cocina. Aquellos juegos domésticos hoy resuenan como el preludio de una vocación inevitable. Quiero ser una supermodelo. Punto., declaró recientemente, dejando claro que su carrera no es casualidad, sino resultado de preparación, deseo y un sentido claro de propósito.
Su admiración por Marilyn Monroe es más que estética: es una conexión simbólica con la idea de la feminidad icónica, del poder glamouroso de una mujer que desborda belleza e influencia.
Siempre quise crecer y ser una mujer hermosa, glamurosa e influyente, como Marilyn
En esa afirmación se entrelaza su identidad como joven trans con el anhelo de habitar un arquetipo femenino que durante décadas fue exclusivo, casi inaccesible. Hoy, Kai lo resignifica desde la autenticidad.
Pero la mirada de Kai no se queda anclada en el pasado. También se inspira en una nueva generación de modelos y artistas trans como Hunter Schafer, Hari Nef y Richie Shazam, con quienes comparte un sentido de comunidad, resistencia y belleza radical. En sus propias palabras, su llegada a la industria es una doll takeover, una toma de poder de muñecas, elegante pero disruptiva.
Resguardada por el amor de sus padres —ambos públicamente orgullosos y defensores de su camino— Kai Schreiber representa una nueva sensibilidad: la de una juventud que no teme a la visibilidad, que honra sus referentes y que transforma la moda en una plataforma de expresión personal y colectiva.