La ansiedad y el estrés también pueden presentar síntomas físicos. Pon atención a tu cuerpo para identificarlos y, si lo necesitas, dar con un tratamiento.
¿Que te causa la ansiedad?
Cuando pensamos en la ansiedad, a menudo pensamos en una condición mental que incluye sentimientos de preocupación, miedo y nerviosismo. Pero aunque estamos en lo correcto al asumir que es un problema que comienza en el cerebro, en realidad es también un estado físico así como mental. “La ansiedad es el sentimiento que tienes cuando piensas que algo malo va a suceder en el futuro. También se puede describir usando las palabras ‘aprensión’, ‘incertidumbre’ o ‘nervios’”, explica Nicky Lidbetter, Directora de Anxiety UK en su guía Comprendiendo la Ansiedad.
Es de mucha utilidad conocer los síntomas físicos que puede sentir una persona con trastorno de ansiedad o pánico cuando sufre un ataque de pánico o en su vida diaria. Saber que hay muchas sensaciones físicas a causa de la ansiedad puede asegurarle a la mente ansiosa que no está sufriendo de una condición más seria. También le puede recordar a la persona que los síntomas, aunque son fáciles de malinterpretar, no son inventados y que al contrario, son explicaciones muy plausibles.
“La ansiedad es completamente normal y es algo que todos experimentamos de vez en cuando”, dice Nicky. Por lo tanto, entender la razón por la que nuestros cuerpos reaccionan así nos puede ayudar a calmar la ansiedad, además de ayudarnos a conocer nuestro cuerpo y recuperar el control cuando sentimos que lo perdemos. Aquí analizamos los síntomas físicos de la ansiedad y te daremos una explicación para cada uno.
¿Cómo afecta la ansiedad al cuerpo?
“Cuando estás en una situación que te causa ansiedad se desata una cadena de eventos de manera automática que a veces es conocida como respuesta pelea o huye. Esta respuesta sucede sin que nosotros pensemos en ella porque es desatada por la parte de nuestro sistema nervioso que está encargado de controlar nuestras funciones automáticas como respirar, el latido de nuestro corazón, entre otras. Esta parte de nuestro sistema nervioso se llama ‘sistema autónomo’ y se divide en dos componentes: el sistema simpático y parasimpático. Estos trabajan opuestos uno al otro y sólo uno domina a la vez. Cuando estamos en una situación que te causa ansiedad, nuestro sistema simpático comienza a dominar y comienza la reacción pelea o huye (conocida también como ‘arranque de adrenalina’)”.
Es importante recordar que todos experimentan la ansiedad de manera diferente. Alguien puede sentir todos los síntomas físicos, ninguno o una combinación de algunos. También puede haber síntomas únicos que tal vez no están en esta lista.
1. Dolor de pecho y palpitaciones
Puedes pensar que es señal de un infarto, pero no lo es. Cuando nos sentimos ansiosos o estamos teniendo un ataque de pánico el corazón late más rápido para circular más sangre por el cuerpo y prepararnos para la reacción de huir o combatir la sensación. Esta acción causa hiperventilación, que lleva a que respiremos demasiado oxígeno. Esto, a su vez, causa una contracción de los vasos sanguíneos y puede causar dolor de pecho.
El dolor de pecho causado por la ansiedad se siente en diferentes áreas del tórax, además de ir y venir. También es importante notar que una descarga de adrenalina no daña el corazón. Pero no hay necesidad de sentirse tonto si alguna vez has pensado que estás a punto de experimentar un ataque al corazón.
Niky dice: “A lo largo de los años nos ha contactado mucha gente diciéndonos que tuvieron que ir al hospital porque en verdad pensaron que estaban teniendo un ataque al corazón. Una vez ahí, les dijeron que su problema era psicológico”.
Nota: Cuando un dolor de pecho te preocupe, es buena idea visitar al doctor para descartar problemas del corazón.
2. Falta de aire
Lo mismo (explicado arriba) aplica a la razón por la que sentimos que nos falta el aire o presión en el pecho durante periodos de ansiedad. También estamos muy conscientes de nuestra respiración lo que nos causa que “respiremos de más” y consumamos más oxígeno.
3. Dolor muscular
Hay muchas maneras en las que la ansiedad afecta nuestras extremidades. En primera, al igual que el dolor de pecho, un consumo grande de oxígeno puede causar sensaciones y dolor en los músculos. También puede ser causado por:
- La tensión en los músculos puede ser causada por el estrés: experimentar estrés en la vida diaria puede contraer los músculos y eso puede llevar a que duelan.
- Tu postura: sentirte ansiosa puede afectar cómo te sientas, acuestas o caminas, cosa que puede cambiar cómo se sienten tus músculos. Esto es debido a que todo tu cuerpo está tenso, puedes moverte más rápido o lento sin relajarte.
- Un estilo de vida pobre: Cuando te sientes ansiosa, es fácil olvidar cómo cuidarte, ya sea comer sano, ejercitarte o mantenerte hidratada. Todo esto puede afectar la manera en la que tus músculos se sienten.
Todo lo anterior también puede causar dolor o molestia en la quijada y cara.
4. Hormigueo en la piel y adormecimiento/ sentirse débil
Es común que la ansiedad provoque síntomas físicos como sensaciones (adormecimiento o cosquilleo). Esto puede ocurrir casi en cualquier parte del cuerpo pero es más común sentirlo en la cara, manos, brazos, pies y piernas. Esto se debe a que la sangre se acelera a partes más importantes del cuerpo que pueden ayudar a la reacción “pelea o huye”. Esto, por lo tanto, deja las áreas menos importantes para la reacción sintiéndose débiles, entumidas o con hormigueo. También puede ser causado por hiperventilar y el incremento en el consumo de oxígeno particularmente en las extremidades o la cara.
5. Cambios de temperatura corporal: calor, sudor o temblores
“El estado de exitación (causado por la descarga de adrenalina) puede causar un aumento de temperatura también lleva a que tu cuerpo intente enfriarse, por eso sudas”, explica Nicky. Tanto sudor te puede hacer sentir frío. Especialmente durante un ataque de pánico, ya que tu cuerpo comienza a enfreiarse pero aún está intentando evitar un aumento de temperatura, así que es común sentir frío y temblores.
6. Mareos
Durante una descarga de adrenalina y pánico, Nicky dice que “el corazón late con más fuerza, lo que está asociado con un aumento de la presión sanguínea. Es ese aumento de presión lo que nos hace sentir mareados”.
7. Dolor de cabeza
La ansiedad y los ataques de pánico comúnmente causan dolor de cabeza debido al aumento de estrés.
8. Problemas para dormir
Un incremento de estrés puede causar dificultades para dormir, así como la preocupación y no poder desconectarte de tus problemas. Lo mejor es intentar alguna técnica de meditación para ayudar a tu mente y cuerpo a relajarse. Por otra parte, un ataque de pánico y periodos prolongados de ansiedad pueden dejarte sintiendo cansancio físico y emocional. Escucha a tu cuerpo y descansa si te sientes así.
9. Malestar estomacal
Durante las reacciones “pelea o huye”, “la sangre se aleja de las áreas del cuerpo en las que no es necesaria, el estómago por ejemplo. Por esto experimentamos una sensación de ardor en el estómago o ‘mariposas’ cuando estamos ansiosos”. También es común querer correr al baño cuando entras en pánico.
Es la manera en que tu cuerpo intenta deshacerse de peso innecesario que te haría ir más lento si necesitaras huir. De manera similar a dolor de pecho que puede ser interpretado como señal de un ataque al corazón, “las mariposas en el estómago (a menudo) pueden parecer una señal de que estamos a punto de vomitar”. Sin embargo, no siempre es el caso.
10. Escuchas diferente
Cuando te sientes ansioso y tu mente va a mil por hora puede ser difícil enfocarte en los sonidos a tu alrededor. Además, cuando estás alerta al peligro (aunque no exista) que te rodea, puedes ser más sensible a sonidos que de lo contrario ignorarías.
11. Vista nublada
Es común ver borroso cuando tenemos una descarga de adrenalina. Esto es debido a que las pupilas se dilatan para permitir la entrada de luz y estar mejor preparado para pelear o huir. Más luz puede causar que la vista se nuble. También puede ser causado por la hiperventilación.
12. Acné
Hay muchas razones por las que la ansiedad y el estrés puede causar brotes de acné:
- La hormona del estrés puede aumentar el aceite que produce tu piel.
- El sudor puede tapar tus poros.
- Tocas tu piel con más frecuencia ya que te sientes más nerviosa.
13. Pensamientos negativos
Es común pensar en el peor escenario posible cuando experimentas ansiedad, que algunas personas sienten como que pierden los estribos. Si la ansiedad es algo nuevo o es tu primer ataque de pánico, las nuevas sensaciones que experimentas te pueden llevar a preocuparte todavía más. Si experimentas ansiedad siempre puedes realizar una cita con un psicólogo para que te ayude a tratarla.