Correr es una de las formas más accesibles y eficaces de ejercicio cardiovascular, pero cuando se trata de perder peso, no basta con sumar kilómetros al azar. La distancia ideal depende de varios factores: tu estado físico, tu alimentación, la intensidad del entrenamiento y, sobre todo, la constancia.
Para quienes inician, correr entre 3 y 5 kilómetros al día, al menos cuatro veces por semana, puede ser un excelente punto de partida. Esta cantidad, a un ritmo moderado, permite quemar entre 200 y 400 calorías por sesión, dependiendo del peso corporal y la velocidad.
Más allá de la distancia, lo realmente importante es mantener una frecuencia constante y progresiva. Un error común entre principiantes es correr demasiado en los primeros días, lo que suele llevar a fatiga o lesiones. La clave está en construir una base sólida, y avanzar con inteligencia.
¿Por qué correr ayuda a bajar de peso?
Correr contribuye a una mejora del metabolismo, mejora la capacidad aeróbica y promueve la oxidación de grasas. Pero su verdadero poder está en el déficit calórico: necesitas quemar más calorías de las que consumes. Para perder un kilo de grasa corporal se requieren aproximadamente 7,700 calorías extras.
Si mantienes una rutina diaria de 5 km, podrías perder entre medio kilo y un kilo por semana, dependiendo de tus hábitos alimenticios. Eso sí: correr mucho no es excusa para comer sin control. La carrera debe complementarse con una alimentación balanceada para que los resultados sean sostenibles.
¿Y si no puedes correr todos los días?
También puedes alternar días de carrera con caminatas rápidas, ejercicios funcionales o descanso activo. No solo es válido, sino recomendable para evitar el sobreentrenamiento y mejorar la recuperación muscular. La variedad, además, mantiene alta la motivación.
¿Cuánto correr según tu nivel?
- Principiantes: Empieza con 3 km diarios, 3 a 4 veces por semana.
- Nivel intermedio: Entre 5 y 7 km diarios, combinando días suaves y días intensos.
- Avanzado: Hasta 10 km diarios o más, según objetivos y capacidad física.
Más que contar kilómetros, el objetivo es construir una rutina realista y consistente. Correr puede ser tu mejor aliado para perder peso, siempre que se practique con conciencia y se integre dentro de un estilo de vida equilibrado.
Recuerda: no se trata de llegar rápido, sino de llegar bien.