El pasado 10 de julio, en una sala de subastas de Sotheby’s en París, estalló una batalla de licitaciones por el Birkin original de Jane Birkin: un bolso hecho a medida por Hermès en los años 80 y convertido hoy en pieza única del diseño. Nueve pujadores compitieron durante diez minutos antes de que un millonario japonés, actuando desde Tokio, lograra la hazaña con una oferta de 8,6 millones de euros (cerca de 190 millones de pesos mexicanos).
La identidad del comprador no tardó en trascender. Se trata de Shinsuke Sakimoto, presidente y CEO de Valuence Japan Inc., una firma japonesa que se define a sí misma no como revendedora, sino como custodio de la herencia cultural global. Su declaración pública fue clara:
No la adquirimos para lucrar, sino para preservar el legado de Jane Birkin. Planeamos exhibirla, no esconderla detrás de puertas blindadas
Una adquisición con propósito
Desde Tokio, el empresario cuestionado declaró: “El bolso encarna la libertad y originalidad de Jane Birkin, valores que abrazamos como compañía”. La estrategia cultural de su empresa, involucrada en compra, subasta y retail de artículos de lujo, sigue un modelo que fusiona sostenibilidad con divulgación pública: una forma de economía circular aplicada al lujo.
Del vuelo accidental de inspiración al símbolo global
Más de cuatro décadas han pasado desde que Jane Birkin y Jean-Louis Dumas compartieran asiento en un vuelo entre París y Londres. El prototipo fue diseñado como respuesta a queja de ella sobre la falta de practicidad en los bolsos. Aquel primer diseño contenía iniciales grabadas, anillas ocultas, un clip para uñas y un asa no extraíble: vestigios que reflejan su uso íntimo y personal de la pieza.
Ahora, las huellas de su vida materializadas en aquel histórico bolso cambiarán de entorno. Lo que antes fue un soporte de identidad personal, se convertirá en un objeto de admiración colectiva, posiblemente expuesto en un museo o galería que combine historia de moda con narrativa cultural.
¿Museo, vitrina o archivo vivo?
Según fuentes niponas, este bolso será exhibido para “acceso público amplio”, lo que sugiere un modelo híbrido entre museo y show privado. La empresa del comprador ya anunció una gran inauguración mediática cuando el Birkin original llegue a Tokio. El protagonista dejó claro que este no es un movimiento especulativo, sino un gesto artístico con alcance social.