En el corazón de París, durante la Semana de la Alta Costura 2025/2026, Carlota Casiraghi iluminó el desfile de Chanel con una propuesta que combinó herencia real y sofisticación contemporánea. Inspirada claramente en el estilo de la princesa Diana —quien popularizó el power dressing con chaquetas estructuradas y faldas lápiz en tonos pastel—, Carlota Casiraghi eligió un elegante conjunto azul bebé que dejó una huella imborrable en la pasarela y entre los invitados.
El diseño, tejido en el emblemático tweed de Chanel con detalles refinados en contraste, evocó la silueta impecable de Lady Di sin caer en la imitación. La chaqueta, ceñida al talle y abotonada hasta el cuello, se combinó con una falda midi de líneas puristas y corte clásico, recreando ese equilibrio entre autoridad y femineidad que caracterizó a Diana de Gales en los años 80 y 90. El acabado en azul suave, casi etéreo, rendía homenaje al memorable baby‑blue que Diana lució en numerosas ocasiones públicas, incluido su viaje a St. Thomas y en citas cinematográficas con estilo real.
Para complementar el look, Carlota Casiraghi optó por bailarinas con discretos tacones abuela, otro guiño al estilo de la legendaria princesa, experta en combinar comodidad y estilo. El accesorio central fue un collar de perlas discretas y pendientes a juego, reforzando la línea aristocrática y minimalista. El peinado, recogido bajo, y el maquillaje natural cerraban un look impecable y sutil que atrajo miradas internacionalmente por las claras referencias a Lady Di.
La presencia de Carlota Casiraghi en el front row de Chanel destacó junto a Naomi Campbell y otras celebridades, su look se debatía entre lo atemporal y lo completamente moderno. Su papel como embajadora de Chanel desde 2021 añade una capa de relevancia a su aparición; es, sin duda, una figura reconocida por su afinidad hacia la maison y su comprensión intrínseca de su legado.
Este acto de estilo no solo celebra la elegancia atemporal de Lady Di, sino que también define el aura única de Carlota Casiraghi. Nacida entre la realeza y la herencia de Grace Kelly, se posiciona como heredera de un linaje cercano a la moda que impone tendencias. Su elección del desfile de Alta Costura fue una declaración: la moda puede ser puente entre estilos históricos y visiones personales —una tensión entre tradición y creatividad renovada— que ella domina con naturalidad.
Claves del homenaje visual
- Color significativo: el azul pastel revive uno de los tonos más icónicos de Lady Di, reinterpretado con la ligereza del tweed contemporáneo.
- Silueta estudiada: la chaqueta estructurada y la falda midi recuerdan el power suit con un aire femenino y aristocrático.
- Accesorios con intención: las bailarinas de tacón bajo y las perlas completan el look con señas de identidad regias.
- Rol consolidado: como embajadora de Chanel, su estilo representa continuidad entre la tradición y la visión moderna de la maison.
En suma, Carlota Casiraghi no solo evocó a la memoria de la princesa Diana: lo reinterpretó con una perspectiva personal, aristocrática, moderna. Su aparición en la Alta Costura de París fue un mensaje estilístico bien medido: el pasado puede inspirar, pero siempre es mejor reinventarlo.