Hay momentos donde la moda no necesita estridencia para volverse inolvidable. Tal fue el caso del reciente desfile de Alta Moda 2025 de Dolce & Gabbana en Roma, donde Lady Kitty Spencer, sobrina de la princesa Diana, redefinió el uso de accesorios florales con una corona de rosas que se convirtió en el gesto estético más refinado del evento.
La aristócrata británica deslumbró con un peinado recogido pulido, ornamentado por una composición de rosas rojas que enmarcaban su rostro como si fueran un tocado barroco. Lejos del cliché bohemio o del accesorio festivalero, esta corona evocaba grandeza, solemnidad y glamour italiano. Una reinterpretación moderna de la realeza que bebe tanto de los jardines renacentistas como del imaginario cinematográfico de Visconti.
Un accesorio con legado y fuerza simbólica
La corona de flores no es nueva en la historia del vestir, pero en manos de Kitty Spencer —y bajo la dirección estética de Dolce & Gabbana— cobra una dimensión más elevada. Lejos del romanticismo naïf, la flor se convierte en símbolo de poder blando, en una extensión de la feminidad refinada que no teme ocupar espacio.
En un contexto tan cargado de historia como lo fue el Foro Romano, donde se celebró el desfile con la autorización del Ministerio de Cultura, el gesto de coronarse con flores fue casi ceremonial. Kitty no lucía un simple accesorio para el cabello, portaba una declaración estética que homenajeó el legado de la Princesa Diana y se conjugó con la magia clásica del arte romana.
El look: equilibrio perfecto entre opulencia y contención
El vestido bordado a mano que llevó Kitty Spencer —una pieza en tonos tierra, salpicada de aplicaciones florales metálicas y cristales— acompañaba la narrativa floral sin saturarla. La silueta estructurada y el escote cuadrado realzaban su porte clásico, mientras que el maquillaje neutro y los pendientes colgantes enmarcaban su rostro sin competir con la corona.
El contraste entre la textura del vestido y la frescura de las rosas naturales convirtió su look en uno de los más celebrados del evento. Una lección de estilo donde el accesorio no complementa, sino que estructura el discurso visual que revive el mito de Flora, la diosa romana de las flores, la primavera y la fertilidad.
La tendencia: coronas florales como alta costura estival
A diferencia de versiones más relajadas vistas en festivales o editoriales boho, esta versión de la corona floral está diseñada para la sofisticación del verano europeo. Ya no se trata de peonías silvestres o cintas étnicas: hablamos de rosas de tallo firme, tonalidades intensas, composición armónica y porte regio.
Tips para llevar una corona de flores al estilo Kitty Spencer este verano
- Elegir una flor protagonista (idealmente en un solo tono saturado).
- Optar por estructuras bien armadas, no casuales.
- Llevar el cabello recogido o semi recogido para destacar el rostro.
- Mantener el resto del look limpio y elegante, sin competir visualmente con el tocado.
Kitty Spencer no solo homenajeó a su linaje aristocrático ni al imaginario floral italiano: reformuló el accesorio más primitivo en un gesto de sofisticación radical. Las flores regresan no como detalle decorativo, sino como emblema de elegancia sin tiempo.
Este verano, la corona floral vuelve, pero no para las ninfas de jardín, sino para las mujeres que entienden que lo natural también puede ser majestuoso.