Por: Deborah Uranga
Un legado que nació del silencio
Treinta años después de aceptar la invitación de Evelyn Lauder para unirse a una campaña que apenas daba sus primeros pasos, Elizabeth Hurley sigue siendo el rostro más luminoso del movimiento contra el cáncer de mama.
Durante un desayuno exclusivo con Harper’s Bazaar México, la actriz habló sobre las razones que la han mantenido comprometida con esta causa desde 1995.
Mis motivos son los mismos, solo que se han fortalecido. Cuando empezamos, las mujeres morían de cáncer y nadie hablaba de ello; tampoco existían fondos para investigaciones que pudieran prevenirlo. Hoy conozco a muchas sobrevivientes, y también a hombres que han perdido a hijas, esposas y madres. Ellos nos dan fuerza para seguir adelante
Desde su creación, la campaña de Estée Lauder Companies y la Breast Cancer Research Foundation (BCRF) han recaudado más de 144 millones de dólares, destinando más de 114 millones a investigación médica. Hoy, el lazo rosa es un ícono universal de esperanza.
Elizabeth hurley y el poder del amor propio
En 2025, la campaña de Estée Lauder Companies se centra en un mensaje tan simple como poderoso: “El cuidado de los senos es una forma de amor propio.”
“Queremos hablar con mujeres jóvenes y alentarlas a conocer su cuerpo, a notar cambios y a defenderse a sí mismas”, explica Hurley, quien ha dedicado tres décadas a romper tabúes y dar visibilidad a la salud femenina.
Aunque la campaña ha tenido un éxito notable en muchos países, Hurley insiste en que aún hay comunidades donde falta generar mayor impacto. “En zonas periféricas, el acceso a información sigue siendo limitado. Por eso repetimos el mensaje una y otra vez, a todas las personas, mientras más, mejor.”
A sus 60 años, la actriz mantiene una visión clara sobre la importancia del bienestar.
“Una autoexploración toma lo mismo que cepillarte los dientes: tres minutos. Si puedes tomarte ese tiempo una vez al mes para explorarte, podrías salvar tu vida. El cáncer no discrimina por religión, etnicidad, cultura o edad.”
Para Hurley, la clave es la educación: “Hablar del cáncer de mama salva vidas. Si notas algo y lo comunicas, tienes posibilidades de superarlo; si callas, el futuro no es prometedor.”
El poder de la empatía y las historias que inspiran
A lo largo de tres décadas, Hurley ha escuchado cientos de testimonios. Todos la mueven, todos la impulsan.
“La empatía lo es todo. He conocido a tantas personas impactadas por el cáncer de mama… novios, esposos, hijos. Es imposible no conmoverse con cada historia. Esa empatía es lo que me permite seguir.”
Durante su visita a México, conoció a Las Hermanas del Catéter, un grupo de sobrevivientes que acompaña a mujeres durante la quimioterapia.
“Ellas me enseñaron la resiliencia que puede surgir desde la adversidad. Poder compartir su historia con otras personas es parte de mi labor.”
Hurley también reflexiona sobre su propio legado: “Elizabeth Taylor siempre será recordada por su activismo contra el SIDA. Espero que la gente también recuerde este trabajo conmigo.”
Un mensaje que sigue brillando cada octubre
Cada año, cuando los edificios del mundo se tiñen de rosa, Elizabeth Hurley vuelve a encender la conversación sobre una causa que cambió su vida —y la de millones de mujeres—.
“Esta campaña representa esperanza. Saber que hay personas luchando cada día para erradicar el cáncer es profundamente alentador. Cuidar nuestros senos es cuidarnos a nosotras mismas: es una forma de amor… y también de salvar vidas.”
🩷 Breast Care is Self-Care
Una frase sencilla, pero que condensa todo el propósito de Elizabeth Hurley y Estée Lauder Companies: convertir la empatía, la educación y el amor propio en herramientas de transformación.