¿Exfoliar o no la piel durante el invierno?

El invierno cambia la forma en que la piel responde a cada gesto; esta temporada pide una exfoliación más consciente y amable

¿Exfoliar o no la piel durante el invierno.jpg

¿Exfoliar o no la piel durante el invierno?

Pexels

El invierno transforma la piel casi sin pedir permiso. Las bajas temperaturas tensan la superficie, los interiores calefaccionados reducen la humedad del ambiente y el viento acelera la pérdida de agua transepidérmica. El resultado inmediato es un rostro que se siente más frágil, que tira, que pierde brillo y que, a veces, responde con descamación. En medio de este escenario surge la duda inevitable: ¿seguir exfoliando o dejar que la piel descanse?

La exfoliación no es enemiga del invierno; lo que sí puede jugar en contra es aplicarla con la misma intensidad que en meses cálidos. Durante esta temporada, la barrera cutánea está más susceptible, así que cualquier estímulo de más —desde un exfoliante físico con partículas demasiado agresivas hasta un ácido aplicado sin observar señales— puede alterar el equilibrio natural del rostro. El objetivo no es renunciar a este paso, sino hacerlo más estratégico.

La opción más amable suele ser la exfoliación química suave. Ingredientes como los PHA o concentraciones bajas de láctico funcionan como un pulido delicado que retira células muertas sin deshidratar. Se adaptan bien a pieles que se tornan reactivas en invierno y permiten mantener la luminosidad sin generar sensación de ardor. Suele ser suficiente aplicarlos una o dos veces por semana, siempre observando la respuesta de la piel las horas siguientes.

Para quienes prefieren formulas físicas, la regla es simple: textura ultrafina y movimientos mínimos. En invierno no conviene frotar, sino dejar que el producto haga el trabajo por sí mismo. Incluso así, este tipo de exfoliación es mejor reservarlo para momentos puntuales, cuando la superficie luce especialmente opaca.
También existen casos en los que la mejor decisión es pausar temporalmente. Si la piel presenta irritación, zonas sensibilizadas por el frío, inflamación visible o está en un tratamiento dermatológico que ya compromete la barrera, la exfoliación puede convertirse en un detonante innecesario. Detenerla unos días y reforzar la hidratación suele devolver estabilidad más rápido que intentar corregir todo a la vez.

Exfoliarte en invierno.jpg

Una piel bien hidratada tolera mejor una exfoliación suave

Pexels

El factor que realmente define la frecuencia es la hidratación. Una piel bien hidratada tolera mejor una exfoliación suave porque su barrera está en condiciones de recuperarse. Por eso, combinar este paso con ingredientes como ceramidas, escualano, péptidos o ácido hialurónico marca una diferencia tangible en la comodidad diaria. La exfoliación tiene sentido si se integra en una rutina que sostenga a la piel, no si se ejecuta en aislamiento.

Por último, es importante considerar el clima interior. A veces el problema no es el frío externo, sino la calefacción constante que deshidrata el ambiente. Usar un humidificador, ajustar la temperatura y evitar duchas extremadamente calientes ayuda a que la piel conserve más agua y a que la exfoliación no resulte tan agresiva.

TAMBIÉN TE VA A GUSTAR
Anya Taylor-Joy llevó un recogido alto al Festival de Cine de Marrakech 2025; te contamos por qué es perfecto para elevar tus looks en las fiestas decembrinas
Tonos, texturas y técnicas que resaltan la estructura, el color de piel y los matices únicos de las mujeres latinas en las tendencias de makeup 2026
Estas son las fechas clave de diciembre para cortar, teñir o retocar el cabello siguiendo el ritmo lunar y buscando resultados más armónicos durante el cierre del año
Remedios caseros que ayudan a suavizar las ojeras tras las desveladas de diciembre, con cuidados simples que refrescan y revitalizan la mirada