Durante años, el café fue un tono discreto, casi invisible entre negros dominantes y neutros previsibles. Hoy, este color regresa con una narrativa distinta, no como fondo, sino como protagonista. La tendencia conocida como Espresso Girl no pretende revivir un look viral, sino actualizar el significado del color más complejo del espectro, aquel que habita entre la sobriedad y el deseo.
Lejos de la estética impoluta del clean girl, la versión 2025 de Espresso Girl tiene textura. Es un gesto visual que combina la profundidad del moka con la ligereza del lino, la suavidad del satén y la precisión de una prenda bien cortada. No es una oda al lujo ni a la simplicidad, sino a la coherencia estética. Vestir como se piensa, como se siente y como se habita el cuerpo.
El poder de los tonos que no compiten
El café, en todas sus gradaciones —espresso, cacao, avellana, tabaco—, funciona como un lenguaje silencioso. Comunica sin imponerse. En los nuevos desfiles y editoriales, aparece en prendas que buscan permanencia como los pantalones con estructura, las camisas de seda y los bolsos que no necesitan logotipos. La idea central es recuperar la sensualidad de lo cotidiano.
En belleza, la traducción es igual de sutil, veremos labios color moka, piel con brillo tenue y sombras que parecen parte del rostro. No hay contraste forzado, con el Espresso Girl hay intención. El maquillaje se vuelve una extensión del gesto, no una máscara. Esta tendencia fue propuesta por Hailey Bieber en 2023 y hoy está de vuelta.
Una estética que rehúye la velocidad
Actualmente, las tendencias van igual de rápido que un scroll en TikTik, pero Espresso Girl propone una pausa. No una renuncia al deseo de cambio sino una nueva forma de habitarlo: desde el placer táctil, la observación y la permanencia. El color café deja de ser neutro para convertirse en símbolo de estabilidad emocional y elegancia contenida.
Este retorno no apela a la nostalgia ni al algoritmo. Es el reflejo de una generación que busca pertenecer sin perder autenticidad, que entiende que el estilo puede ser cálido, inteligente y sin espectáculo. El café traducido al Espresso Girl —en tela, en piel, en actitud— vuelve a recordarnos que el lujo más moderno es sentirse en calma dentro de lo que una lleva puesto.