Cada temporada nos recuerda que la moda no solo consiste en sumar piezas nuevas, sino en reconocer qué códigos se han agotado. El otoño-invierno 2025 traza un cambio de ritmo que deja atrás algunas tendencias que dominaron la escena en los últimos años. Aquí, las 6 tendencias que se despiden y que anuncian un relevo en el vestuario contemporáneo.
Estas 6 tendencias que se despiden no representan un rechazo absoluto, sino una evolución donde la moda sigue siendo un lenguaje vivo que cambia de acento, modifica su cadencia y propone nuevas formas de contar quiénes somos.
En este ciclo, el desafío es construir un vestuario donde cada prenda conserve sentido, y donde lo que abandonamos deje espacio para narrativas más estimulantes.
La austeridad como fórmula visual
La estética reducida al extremo, con siluetas rígidas y paletas casi ascéticas, pierde su atractivo. Si bien el minimalismo sigue vigente en su versión sofisticada, la austeridad pura se percibe demasiado contenida. La temporada pide un tipo de sencillez distinta, con texturas, capas y una dosis de creatividad que aporte calidez. El vestir monocorde, carente de matices, deja paso a un minimalismo con intención.
El beige como monocultivo cromático
El color neutro que durante años definió la idea de lujo silencioso cede terreno. El beige absoluto, presente en abrigos, trajes y vestidos, se ha desgastado en su repetición. Este invierno se sustituye por tonalidades más ricas como los marrones profundos, verdes oliva y azules noche. El vestuario reclama matices que conecten con la temporada sin depender de un único tono.
El estilo lady en retroceso
Faldas midi estructuradas, bolsos rígidos y un aire de corrección intachable, la estética lady se despide de la primera fila. Aunque conserva su lugar en ocasiones formales, el otoño-invierno 2025 favorece un lenguaje más libre, con siluetas fluidas y códigos que se alejan de lo encorsetado. La feminidad ya no se define desde un molde clásico, sino desde una mirada más amplia y experimental.
Estampados gráficos fuera de foco
Los prints geométricos y saturados de color marcaron varias temporadas como guiño al arte pop y al diseño digital. Ahora, el exceso de líneas, rombos y círculos pierde tracción. En su lugar emergen patrones más orgánicos y discretos: cuadros reinterpretados, motivos botánicos, texturas que sugieren movimiento sin abrumar. La gráfica pura queda archivada a favor de composiciones con mayor profundidad.
Medias de punto lisas, en retirada
Las medias opacas y básicas, pensadas como comodín de invierno, ya no convencen como pieza central. El estilo de la temporada apuesta por reinterpretaciones: calcetería con detalles bordados, transparencias estratégicas o texturas inesperadas. La media lisa cede paso a un accesorio que se vuelve protagonista, no mero acompañante.
Zapatillas de suela gruesa: fin de la era chunky
Las chunky sneakers, con plataformas desmesuradas, dominaron el streetwear durante un ciclo largo. Hoy, sin embargo, se sienten desconectadas de una estética que prioriza ligereza y sutileza. El relevo lo toman zapatillas más depuradas, de inspiración retro o deportiva clásica, que aportan versatilidad sin imponerse por volumen. El calzado busca integrarse en la silueta, no competir con ella.