Las rayas nunca han sido neutrales. Cada cierto tiempo regresan, pero siempre bajo una nueva lectura. Esta temporada, lejos de la rigidez náutica o del clásico uniforme francés, encuentran un lenguaje más expresivo, más libre y profundamente vinculado con la manera en que vestimos hoy, de forma práctica, consciente y con un toque inesperado que rompe con las fórmulas del pasado.
Dua Lipa lo confirma. La primera señal es la búsqueda de dinamismo con rayas que conviven en distintos grosores, direcciones y contrastes, generando un efecto visual que abraza el movimiento del cuerpo. Las líneas ya no buscan ordenarlo todo; ahora buscan expandirlo.
Rayas como declaración moderna, de lo ajustado a lo oversize
Una de las interpretaciones más fuertes de esta tendencia aparece en piezas ajustadas al cuerpo donde las rayas se mezclan, se curvan ligeramente y juegan con el volumen visual. Este tipo de diseño crea un efecto escultórico, ideal para escenarios, cámaras y momentos donde el detalle importa. La combinación de tonos oscuros —como azul marino— con neutros cálidos eleva la prenda a un territorio sofisticado que conecta con la estética editorial contemporánea.
En el extremo opuesto, pero igual de relevante, están las playeras oversize de rayas amplias y horizontales en tonos vibrantes. Este enfoque adopta una energía más relajada, perfecta para backstage, ensayos y rutinas cotidianas. Aquí, la tendencia abraza lo práctico sin perder intención. La prenda tiene presencia por sí misma, especialmente cuando se combina con pantalones anchos, sandalias o tenis minimalistas. El resultado es un look effortless que aun así comunica estilo.
Color, proporción y actitud, el nuevo manual de uso
Las rayas de 2025 no se definen solo por el patrón, sino por su actitud. Esta temporada se proponen tres claves:
Tonos inesperados Rosa, vino, azul profundo, blanco puro y degradados suaves se mezclan con más libertad. El contraste ya no tiene que ser extremo; lo importante es que dialogue con tu energía del día.
Siluetas contrastantes Prendas ceñidas con rayas complejas aportan fuerza visual; versiones oversize, en cambio, transmiten comodidad elevada. Ambas funcionan, pero cada una proyecta un estado de ánimo distinto.
Estilismo sin esfuerzo Las rayas funcionan mejor cuando no intentan portarse bien. Úsalas con joyería discreta, denim amplio, pantalón recto o incluso sandalias planas. La idea es dejar que la prenda hable por sí sola.