Las celebridades que realmente marcaron el año no fueron las que apostaron por el golpe visual aislado, sino las que sostuvieron una narrativa coherente a lo largo de alfombras rojas, estrenos y apariciones públicas. Estas cinco mujeres de Hollywood no se disfrazaron de tendencia, sino que la interpretaron y la impusieron.
Lo que une a estas cinco mujeres no es un estilo común, sino una forma similar de entender la moda como extensión de personalidad y no como espectáculo. En 2025, las mejor vestidas no fueron las más ruidosas, sino las más seguras. Las que entendieron que vestirse bien no es impresionar una vez, sino sostener una conversación a lo largo del tiempo.
Zendaya
Si 2025 tuvo una protagonista indiscutible en términos de estilo, fue Zendaya. Su año se definió por una relación inteligente con la moda de archivo y una ejecución contemporánea impecable. Apostó por siluetas escultóricas, referencias claras a la alta costura histórica y un manejo preciso del drama ya que nada sobraba y nada estaba ahí solo para llamar la atención. Cada aparición se sentía pensada como un acto completo, no como una imagen viral aislada.
Margot Robbie
Tras varios años de estética reconocible, 2025 fue para Margot Robbie un ejercicio de depuración. Menos guiños evidentes, más enfoque en líneas limpias, proporciones exactas y una paleta cromática sobria que reforzó su presencia. Su estilo no buscó nostalgia ni exageración, pero funcionó porque confió en el poder de la simplicidad bien ejecutada y en una elegancia que no necesita explicación.
Anya Taylor-Joy
Anya Taylor-Joy confirmó en 2025 que el dramatismo puede ser sofisticado cuando hay intención detrás. Jugó con volúmenes, texturas y referencias teatrales sin caer en lo excesivo. Su imagen se movió entre lo etéreo y lo contundente, con elecciones que reforzaron su identidad visual y su afinidad natural con la moda de autor. No fue un año de riesgo gratuito, sino de decisiones bien calibradas.
Jennifer Lawrence
Jennifer Lawrence fue una de las grandes sorpresas estilísticas del año. Su enfoque fue claro, con comodidad elevada a categoría estética. Trajes relajados, vestidos de líneas suaves y una actitud que hizo que todo se viera auténtico. Su estilo destacó por sentirse vivido, real y, justamente por eso, elegante. Vestirse bien también puede ser no forzarlo.
Emma Stone
Emma Stone cerró 2025 como una de las figuras mejor vestidas gracias a una coherencia absoluta entre imagen, proyectos y elecciones de vestuario. Apostó por siluetas estructuradas, colores sólidos y una relación muy consciente con el cuerpo. No buscó transformarse en cada aparición, pero sí fortaleció una identidad clara que la hizo reconocible y constante.