La moda siempre tiene un punto de nostalgia y, al mismo tiempo, un instinto de renovación. Para el otoño-invierno 2025/2026, una pieza clásica regresa con fuerza, se trata de la falda de tablas. Inspirada en el universo de los uniformes escolares, este diseño adquiere una nueva dimensión mucho más sofisticada y pensada para integrarse en armarios urbanos que buscan practicidad sin renunciar a la elegancia. Y la segunda parte de El diablo viste a la moda lo predijo.
Lejos de ser un simple recuerdo adolescente, la falda de tablas se impone como un statement de estilo. Su estructura rígida dialoga con la idea de disciplina y orden, pero se reinventa al combinarse con blusas translúcidas, camisas entalladas o tops de punto minimalistas. La clave para esta temporada es el contraste, es decir, lograr un equilibrio entre lo académico y lo contemporáneo, entre la sobriedad del corte y la irreverencia de los accesorios que lo acompañan.
De uniforme a pieza de culto
El revival de esta prenda no es casualidad. Las grandes casas de moda la han incluido en sus colecciones como un guiño al poder de lo clásico. Desde versiones en lana estructurada hasta reinterpretaciones en cuero y tejidos técnicos, la falda de tablas se adapta a cualquier estética. Su versatilidad la convierte en un lienzo perfecto para explorar nuevas siluetas con blazer oversize para un aire ejecutivo, con suéter cropped para un tono juvenil o con botas altas que refuerzan su carácter invernal.
El guiño cinematográfico
La tendencia también encuentra eco en la cultura pop. Durante la filmación de El diablo viste a la moda 2, se captó a Anne Hathaway en un look que sintetiza esta estética. Una falda negra de tablas firmada por FENDI de la colección FW 23, combinada con una blusa de cuadros translúcida, sandalias de tachuelas y gafas teñidas en ámbar. La imagen, que rápidamente circuló en medios y redes, confirma cómo esta prenda se consolida como un nuevo objeto de deseo. Más allá de ser un vestuario de cine, es un espejo de lo que se verá en la calle y en pasarelas durante la próxima temporada.
Cómo llevarla en 2025/2026
La falda de tablas funciona como un punto de partida para looks que juegan con el contraste
- Con camisas masculinas: para un efecto andrógino que equilibra lo femenino y lo formal.
- Con transparencias: un recurso que aporta sensualidad y resta rigidez al uniforme clásico.
- Con accesorios contundentes: cinturones de hebilla maxi, botas ecuestres o gafas retro que transforman lo escolar en un gesto audaz.
La clave está en las proporciones. Esta temporada, los diseñadores apuestan por largos a la rodilla o ligeramente midi, dejando atrás la microfalda que dominó temporadas pasadas. El objetivo es que la falda dialogue con la silueta de forma refinada, no literal.
Una tendencia con carácter
Más allá de su estética, la falda de tablas transmite una idea de pertenencia. Remite a un imaginario colectivo que evoca disciplina, pero en 2025/2026 se convierte en símbolo de libertad para reinterpretar lo aprendido. Cada pliegue encierra una dualidad entre tradición y rebeldía, control y fluidez.
En definitiva, este otoño-invierno veremos cómo las calles y pasarelas se llenan de versiones que parten del uniforme para alcanzar nuevas formas de autoexpresión. La falda de tablas deja de ser un recuerdo escolar para transformarse en el uniforme más poderoso de la mujer contemporánea.