La menstruación no es un tema menor. Para muchas mujeres, implica más que solo una alteración en el calendario: hay dolor, incomodidad, alteraciones digestivas, cambios de humor, fatiga o una sensación de desconexión con el cuerpo. Aunque los medicamentos suelen ser el recurso inmediato, la fitoterapia (uso de plantas medicinales) ha demostrado que ciertas infusiones pueden brindar alivio real a los síntomas menstruales, sin efectos secundarios agresivos.
La clave está en elegir bien: no todos los tés funcionan igual, ni todas las hierbas son seguras para todos los cuerpos. Hoy en Harper’s Bazaar te presentamos algunas opciones eficaces, suaves y fáciles de integrar en tu rutina diaria —especialmente recomendadas por ginecólogas, herbolarias y especialistas en salud femenina.
Té de jengibre: el antiinflamatorio natural más potente
El jengibre no solo ayuda a aliviar náuseas o molestias digestivas. Diversos estudios han demostrado que su raíz tiene un efecto antiinflamatorio comparable al ibuprofeno, pero sin irritar el estómago. Es ideal para disminuir cólicos leves o moderados.
Cómo tomarlo: ralla un trozo pequeño de jengibre fresco en agua caliente y déjalo infusionar por 8 minutos. Puedes agregarle unas gotas de limón si necesitas un extra de frescura.
Infusión de manzanilla: calma el sistema nervioso y el útero
La manzanilla es probablemente la infusión más accesible y también una de las más efectivas. Su efecto antiespasmódico ayuda a relajar los músculos del útero, lo que puede reducir los calambres. Además, favorece el descanso y mejora el estado de ánimo.
Ideal para: noches difíciles, cuando el malestar interfiere con tu sueño o concentración.
Té de canela: regula el flujo y reduce la inflamación
La canela, además de tener un sabor cálido y reconfortante, puede ayudar a reducir la intensidad del sangrado y aliviar cólicos. Algunas investigaciones sugieren que puede favorecer una menstruación más regular.
Recomendación: no excedas más de una taza al día si tienes ciclos muy abundantes, y siempre opta por canela de Ceilán (más pura y menos irritante).
¿Qué tener en cuenta antes de probar?
- Consulta a tu ginecóloga si tienes antecedentes de endometriosis, miomas o cualquier trastorno hormonal.
- Evita mezclar múltiples infusiones en una sola toma: dale tiempo al cuerpo para responder a cada planta.
- La consistencia importa más que la intensidad. Tomar una taza al día durante todo el periodo suele ser más útil que beber cinco el primer día y abandonarlas después.
Más allá del alivio inmediato
Incorporar estos tés e infusiones no es solo un acto de cuidado físico, también puede convertirse en un ritual de reconexión con tu cuerpo. Detenerte a prepararlos, inhalar sus aromas y permitirte un momento de pausa puede cambiar la narrativa de esos días del mes. No se trata de romantizar el dolor, sino de ofrecerte un espacio íntimo donde el malestar no te borre, sino que te recuerde que estás viva, sintiendo y mereces alivio.
Estos gestos pequeños —una taza caliente, una planta ancestral, unos minutos de silencio— pueden ser una forma de resistencia suave y personal. Porque tu bienestar no es negociable, ni siquiera durante los días difíciles.