La madrugada del 5 de agosto de 1962, Marilyn Monroe fue hallada sin vida en su casa de Brentwood. Tenía apenas 36 años y una carrera prodigiosa que se perfilaba como la más exitosa de su tiempo, lo cual generó sospechas sobre la causa oficial: una sobredosis de barbitúricos que la llevó a una intoxicación aguda, clasificada como probable suicidio en el documento oficial.
A más de seis décadas de su muerte, la conversación sobre las posibles causas de su decisión no ha terminado. Un sinfín de biografías serias, investigaciones judiciales, documentos desclasificados y hasta bioseries de la estrella persisten con preguntas sin respuesta.
Hoy en Harper’s Bazaar te presentamos un recuento de las hipótesis que llevaron a Marilyn Monroe a tomar una alta dosis de barbitúricos que la llevaron a la muerte.
La versión oficial: posible suicidio
El reporte oficial del forense del condado de Los Ángeles a cargo de la investigación indicó que el cuerpo de Marilyn Monroe presentaba niveles letales de pentobarbital y hidrato de cloral en sangre y órganos. Además, en su historial médico había evidencia de que la diva de Hollywood presentaba episodios depresivos, internamientos psiquiátricos, adicción a fármacos sedantes y al menos cuatro intentos previos de suicidio.
El psiquiatra Ralph Greenson, quien la trataba en ese momento, fue uno de los primeros en llegar a la escena y también formó parte de la lista de sospechosos y posibles responsables de la muerte de Marilyn Monroe.
Llamó a la policía hasta después de hablar con el médico de cabecera y con su ama de llaves. Esa cadena de decisiones sigue generando sospechas, pero no invalida el perfil clínico que encajaba con una paciente vulnerable, emocionalmente desgastada y sola.
Años más tarde, Greenson logró demostrar su inocencia gracias a una serie de grabaciones que Marilyn Monroe compartió con él, por lo que se vio obligado a romper el pacto de confidencialidad entre doctor y paciente.
Sobredosis accidental: la hipótesis médica alternativa
Algunos expertos, como el periodista y biógrafo Donald Spoto en su libro Marilyn Monroe: The Biography (1993), sostienen que la sobredosis fatal fue accidental. De acuerdo con su investigación, Marilyn Monroe no tenía intenciones suicidas hacia el final de su tratamiento psiquiátrico con Ralph Greenson, ya que acababa de renovar su contrato con Fox y había hablado sobre futuros proyectos.
Sin embargo, el biógrafo asegura que su psiquiatra y su médico personal no coordinaban adecuadamente sus tratamientos, lo que habría causado una doble prescripción fatal. El médico Hyman Engelberg le recetó Nembutal (pentobarbital) y Greenson le administró hidrato de cloral. Ambos sedantes juntos, sin control de dosis, pudieron ser letales incluso sin intención de morir.
Encubrimiento por negligencia médica
Esta hipótesis parte del mismo punto que la anterior, pero va un paso más allá: no se trataría sólo de un accidente, sino de una muerte mal manejada desde el primer momento. Eunice Murray, ama de llaves de Marilyn Monroe —y la primera persona en ver el cuerpo de la diva sin vida—, contradijo su propio testimonio en varias ocasiones: primero dijo que la encontró muerta a medianoche, luego afirmó que la vio viva horas más tarde. Cambió su versión más de una vez ante la prensa y en entrevistas posteriores.
En 1982, la Fiscalía del Condado de Los Ángeles reabrió el caso de forma preliminar. Aunque no existen pruebas concluyentes de asesinato, sí documentó graves irregularidades en la preservación de la escena del crimen y en el manejo del cuerpo. La reconstrucción forense fue limitada, no se realizó análisis de contenido estomacal (clave en casos de envenenamiento) y hubo informes contradictorios sobre la posición en la que fue hallado el cuerpo.
Una conexión incómoda con los Kennedy
Mucho se ha dicho sobre un supuesto romance entre Marilyn Monroe, John F. Kennedy y su hermano Robert Kennedy. Algunos libros, como Goddess: The Secret Lives of Marilyn Monroe (1985) de Anthony Summers, sugieren que Marilyn Monroe pudo haber sido asesinada por saber demasiado de las conversaciones políticas privadas de los hermanos Kennedy, especialmente sobre Cuba, la mafia o el FBI. Sin embargo, estos rumores nunca han sido demostrados ni se ha aportado evidencia documental directa que vincule a los Kennedy con su muerte.
63 años de una muerte que se convirtió en leyenda
El magnetismo de Marilyn Monroe no desapareció con su muerte, por el contrario, su fallecimiento prematuro y lleno de sospechas terminó por consolidar el aura trágica de ícono cultural que aún hoy la conmemora como uno de los rostros más bellos de la historia. Quizás por eso sigue siendo tan difícil aceptar una versión sin fisuras. El periodista John Gilmore escribió en Inside Marilyn Monroe (2007) que la muerte de Monroe fue el epílogo natural de una vida marcada por la exposición, la dependencia emocional y la cultura de la explotación de Hollywood.
