La moda tiene la capacidad de rescatar lenguajes estéticos que parecían enterrados en la memoria cultural. Este otoño 2025 es el turno del grunge makeup, una propuesta que revive la irreverencia de los años noventa y la traduce en códigos actuales. Más que una estética nostálgica, se trata de un manifiesto donde el rostro se convierte en un espacio para desafiar la perfección pulida del natural makeup y explorar una belleza que respira contradicción en tiempos de discreción y sobriedad estética.
A diferencia de las versiones anteriores, que imitaban el descuido como recurso, la nueva lectura del grunge es mucho más consciente. No se trata de reproducir un efecto desaliñado, sino de trabajar con texturas, acabados y contrastes que construyen un look intencionalmente imperfecto.
Las claves del grunge makeup en 2025
El eje central sigue siendo la mirada. Las sombras oscuras —en tonos grafito, marrón profundo y negro mate— se aplican sin obsesión por la simetría. El efecto buscado es más difuso, como si la intensidad se hubiera extendido de manera orgánica. Los delineados se llevan gruesos o deliberadamente irregulares, reforzando la idea de un ojo vivido, más narrativo que ornamental.
Las cejas se trabajan con naturalidad, apenas peinadas hacia arriba, sin contornos rígidos. En el rostro predomina una piel que no pretende ser de porcelana en la que se valoran las bases ligeras con acabado satinado, capaces de dejar ver la textura real. Las mejillas apenas insinúan un rubor frío, casi neutro, que contrasta con labios intensos en tonos borgoña, ciruela o negro, siempre con un acabado mate o semi-mate que refuerza la contundencia del gesto.
- Sombras oscuras en polvo o crema: paletas con tonos carbón, chocolate y gris metálico son la base del maquillaje de ojos.
- Lápiz kohl y delineadores resistentes: permiten construir la mirada difusa característica, con la opción de difuminar con los dedos para un acabado lived-in.
- Máscara de pestañas de volumen extremo: fundamental para intensificar el marco de los ojos sin necesidad de pestañas postizas.
- Base ligera de cobertura media: lo ideal es optar por fórmulas que permitan que la piel respire, sin ocultar por completo la textura natural.
- Rubor frío o neutro: aplicado con suavidad, aporta equilibrio sin suavizar en exceso la fuerza del look.
- Labiales en tonos oscuros: desde el clásico vino tinto hasta el marrón café o incluso el negro, con fórmulas mates que aseguran intensidad.
- Iluminador sutil: aplicado en puntos estratégicos, no busca brillo evidente sino una luz tenue que impide que la piel se vea plana.
Una tendencia que se alinea con el presente
El regreso del grunge makeup no es casualidad. En un momento donde las redes sociales han impulsado una estética demasiado pulida, esta tendencia emerge como contrapunto. Celebra la vulnerabilidad y la autenticidad visual, desafiando la homogeneidad de filtros y acabados impecables.
Además, el grunge conecta con una generación que reinterpreta la rebeldía a través de la moda y el maquillaje. No es la copia de un pasado alternativo, sino un ejercicio de actualización para rescatar la crudeza estética y dotarla de nuevas herramientas, texturas y fórmulas.
Este otoño 2025, el maquillaje no busca ser impecable y perfecto, busca relato. Y el grunge makeup es la forma más contundente de contarlo.