Haute Couture Diaries: los highlights de la Semana de Alta Costura otoño-invierno 2022-23 en París.
Mi curiosidad por la Alta Costura empezó desde pequeña. Probablemente tras haber pasado gran parte de mi infancia con mi abuelo quien desde muy temprana edad, ejerció como sastre en Ciudad de México y me contaba historias sobre los ateliers en París. La idea de pensar en un taller formado por un equipo de menos de treinta personas, trabajando meticulosamente por meses en los detalles más particulares de una prenda me parecía, no sólo fascinante sino súper inspirador, como si se tratase de un arte visual más. Poco sabía mi yo de ocho años que algunos años después tendría la oportunidad de visitar los desfiles de la Semana de Alta Costura en la capital francesa, y este año, de estar presente en algunas de las colecciones más emblemáticas de la edición Otoño-Invierno 2022.
Por: Georgina Hernández Villa
Haute Couture Diaries
First-timer: La metamorfósis de Iris Van Herpen
No solo fue el primer desfile al que asistí en esta edición, sino también mi primera vez en una presentación de Iris Van Herpen. He seguido su trabajo desde sus inicios, por lo que poder vivir una de sus colecciones en vivo me emocionaba de una manera indescriptible.
Para su 15º aniversario, la firma holandesa se inspiró en tres poemas de Las Metamorfosis (8 d.C) del poeta romano Ovidio, que narra la historia del mundo desde su creación hasta la divinización de Julio César. Materializandose en dieciséis looks que, combinando técnicas de Alta Costura ejecutadas a mano, desfilaban en torno a una escultura de la ninfa Daphne hecha por Casey Curran y hojas de laurel dorado suspendidos en el aire.
Además de la visión futurista y post-humanista, la exploración de nuevos materiales a través de la tecnología es uno de los elementos que siempre ha caracterizado a Van Herpen, que para esta colección, trabajó con impresiones en 3D y materiales sostenibles.
Desde telas biodegradables hechas de hoja de plátano y seda cruda, hasta fibras 3D hechas a base de granos de cacao combinados con organza reciclada. Modelos como Cindy Bruna y Winnie Harlow tuvieron una aparición protagónica pero haber visto a la mismísima Iris, cerrando el show rodeada de su equipo de creativos, fue una experiencia especial.
El re-see: Balenciaga
Si de lugares icónicos en la historia de la moda hablamos, la antigua maison original de Alta Costura que Cristóbal Balenciaga fundó en 1937 es, sin duda, uno de los más emblemáticos.
Y sí, este fue el lugar anfitrión del re-see de la última colección de Demna Gvasalia. Ubicada en el tercer piso de un edificio de fachada haussmaniana en la Avenida George V, la legendaria boutique nos abrió sus puertas para conocer la colección completa presentada una noche antes. ¿El vestido plateado de Nicole Kidman? Aquí estaba. ¿El little yellow dress de Dua Lipa? También. ¿El maxivestido de Naomi? Presente. ¿El vestido de novia que una noche antes había batallado para caber en los angostos pasillos de la maison? INTACTO.
Pero, ¿qué es de una colección sin los complementos? Servidos —literalmente— en bandejas de plata pudimos ver, tocar y oler las caretas high tech, las joyería hecha de cajas de reloj y el accesorio estrella: la bolsa bocina en colaboración con la marca danesa Bang & Olufsen.
La colección: Alexandre Vauthier
En un mundo paralelo, pero sobre todo ficticio, existe un genio del couture que te concede elegir tu colección de Fashion Week favorita y la traslada mágicamente a tu clóset. Yo probablemente escogería la HC fall-winter de Alexandre Vauthier.
Y es que aunque muera de ganas ponerme un vestido hecho de granos de cacao de Van Herpen o todos los looks de neopreno y casco de Balenciaga (nada más), el wearability de esta colección del diseñador francés se llevó mi corazón.
La fusión perfecta entre sartorial y festivo, entre elegante y sexy vistió al espacio cerrado por muros de concreto de un edificio industrial ubicado en el distrito 15 de París a través de fringes, transparencias, trajes sastres, mini vestidos, super escotes en V, sequins y looks monocromáticos en una paleta de negros, plateados, beiges y un azul que ya es mi nuevo color favorito.
Is THIS blue the new black? Todo parece indicar que sí.
El venue: Chanel
Por supuesto que no podía faltar Chanel en nuestro Haute Couture Diaries. Para la art nerd y designer wannabe que soy, no es ninguna novedad que uno de los elementos que más puede emocionarme en un desfile y al cual pongo especial atención, es al diseño del set. Cuando recibí mi invitación para el desfile Haute Couture de Chanel y vi que éste se llevaría a cabo en el histórico club de equitación Etrier de París, supe que Virginie Viard y su equipo creativo se traerían algo grande entre manos. Y no me equivoqué.
Al llegar al corazón del bosque de Boulogne, una instalación a gran escala de Xavier Veilhan, artista contemporáneo y amigo de la firma francesa nos recibió con un colorido paisaje inmersivo con estructuras geométricas en movimiento que resaltaban de la superficie arenosa del centro ecuestre. El venue principal del desfile venía después, montado como un juego de perspectivas entre desniveles y motivos geométricos que envolvieron los looks de la nueva colección de Alta Costura de Chanel con dinamismo y energía.
Chanel sabe que la locación y el diseño de set juegan un papel crucial en cada uno de sus desfiles, pues más allá de hostear a los invitados, la maison se ha asegurado de crear una atmósfera y un vínculo especial entre el espectador y la colección, temporada tras temporada. Para finalizar nuestro Haute Couture Diaries...
La exposición: Shocking! The Surreal Worlds of Elsa Schiaparelli
El nombre de esta exposición no miente, pues visitarla fue tan impactante como educativo. Tal y como Dalí lo hizo en la pintura y André Bretón en la literatura, Elsa Schiaparelli fue pionera de la corriente surrealista dentro del campo de la moda.
Para celebrar a la diseñadora, así como su legado, el icónico Musée des Arts Décoratifs exhibe no solo los diseños más emblemáticos desde la década de los 30’s y los 40’s y hasta la actualidad, sino sus inspiraciones y algunas de los trabajos colaborativos con artistas como Jean Cocteau, Salvador Dalí y Daniel Roseberry.
La exposición estará abierta al público hasta el 22 de enero del 2022. Sin duda, un must-see durante tu próximo viaje a París.
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