Con cada edición, Colombiamoda deja de ser simplemente una plataforma de diseño para convertirse en un termómetro de los códigos estéticos, culturales y sociales que definen a la región. La edición 2025, celebrada del 28 al 31 de julio en Medellín, confirmó que la moda latinoamericana está lejos de ser una categoría cerrada: es híbrida, insurgente, emocional y, sobre todo, conectada con sus raíces.
A continuación, te presentamos un recap de las 5 tendencias másrelevantes del Colombiamoda 2025 ya que podrían marcar el pulso de lo que está por venir en América Latina, donde la moda posee una esencia propia: innovadora y al mismo tiempo, ancestral.
La sastrería emocional
Lejos del formalismo clásico, la nueva sastrería colombiana parte de la herencia, pero la reinterpreta desde una sensibilidad personal. Firmas como La Petite Mort presentaron colecciones donde los blazers no solo estructuran el cuerpo, sino que evocan memorias y oficios: cortes oversize, capas envolventes y una paleta en tonos tierra y hueso construyen una propuesta que se aleja del género y de la rigidez. No se trata de poder en términos de autoridad, sino de poder en clave íntima, tejida desde el origen.
La evolución del denim
Durante el Colombiamoda 2025 marcas como Sol y Neptuno demostraron que el denim puede adquirir dimensiones casi escultóricas profundamente estéticas. Siluetas desestructuradas, acabados metalizados y bordados artesanales transformaron a los jeans tradicionales en un objeto de diseño. Esta propuesta ocupó un espacio visual contundente, con identidad, tradición e innovación.
Cuerpo, transparencia y movimiento
Una de las narrativas más poderosas fue la celebración del cuerpo real en su dimensión en movimiento. Propuestas como la de Sea Salt x Socarrás pusieron sobre la pasarela tejidos artesanales y transparencias que no buscan cubrir ni adornar, sino acompañar el desplazamiento, el ritmo interno. El uso de encajes, mallas y kimonos amplios resignificó el concepto de sensualidad, llevándolo hacia una estética más libre y menos performativa.
La nostalgia como acto de estilo
El pasado no es una cita decorativa, sino un material de diseño. Así lo entendió Stevan Valencia, que revivió siluetas de los años 80 y 2000 —mangas con volumen, minifaldas estructuradas, capas— y las transformó en objetos de deseo contemporáneo. Este no es un revival superficial: es una relectura crítica del archivo pop latinoamericano, que logra conmover sin recurrir a la caricatura.
El resort elevado como nuevo código urbano
La apertura de Agua Bendita marcó el tono: minishorts de terciopelo, bordados florales, lentejuelas, estampados animales y texturas inesperadas se fusionaron en una colección que rompe con la categoría del traje de baño como prenda funcional. Aquí, el resort es una actitud: piezas que se llevan con botas altas, joyería contundente y una carga dramática que desafía cualquier interpretación literal del verano.