Chanel Primavera Verano 2021 es un homenaje al cine clásico, pero también a la vida que tenemos hoy. Al mundo que tenemos por delante.
Desde la invitación misma hasta el teaser que se compartió un día antes del desfile, se supo que esta última colección de Chanel estaría ligada al mundo de la cinematografía. Sustituyendo el Hollywood Sign por su propia versión del famoso letrero, Chanel evocó nostalgia y tributo al gran cine desde el minuto cero de su campaña. Al inicio del show Primavera Verano 2021 (prêt-à-porter), el arranque fue similar. Este corto a cargo de Inez y Vinoodh recorre paisajes californianos –llenos de palmeras y piscinas– para finalmente convertirse en un París a escala. Como si de una maqueta se tratara, a pasos agigantados el espíritu del cine se traslada de Los Angeles a la ciudad luz. Llegaron entonces clips de Romy Schneider en La Piscine , Anna Karina en Pierrot le Fou y Jeanne Moreau en Ascenseur pour l ‘é chafaud. Tres de las protagonistas más destacadas del cine francés y famosas por su estilo. Tres rostros que se combinaron con este experimento visual para sentar el mood de la nueva colección Chanel. Tres personalidades que encarnan históricamente la actitud de la firma.
Antes de arrancar con el desfile, se presentaron nuevos clips con las modelos Mica Argañaraz, Rianne Van Rompaey y Louise de Chevigny. Todas, reinterpretando escenas “cotidianas” del cine francés. Desdoblando sus miradas y sonrisas en la ya clásica fotografía francesa de la nouvelle vague. De repente, la música entró. Un escenario con el Chanel Sign se distinguió blanco e impoluto, en medio del Grand Palais –la sede por excelencia para esta maison–. Colosal. Reclamando el espacio entero. En el aire circulaba un aroma a arte, poder y séptimo arte. Al respecto, Virginie Viard –actual directora creativa de Chanel– dijo: «Esta colección es un tributo a las musas de la casa. (Para esta colección) Estaba pensando en las actrices en el photocall, en la alfombra roja, ese momento en el que los fotógrafos las llaman: sus rostros un poco distraídos, su actitud un poco fuera de sincronía con los atuendos que llevan. Este lado muy vivo del cine que ocurre más allá del cine».
Qué fue lo que vimos
Tomando esto como referencia, debemos hacer una acotación más. Romy Schneider y Jeanne Moreau –dos de las famosas actrices referenciadas en el corto– fueron amigas de Gabrielle “Coco” Chanel. Frecuentemente iban a su departamento de París para tomar el té y probarse diseños de la couturier. También discutían sobre literatura y amantes. Hablaban y compartían vida.
Y eso fue, en esencia, lo que Viard deseó capturar para la nueva colección. ¿Qué podría usar una actual estrella del cine? ¿Qué usaría hoy para encontrarse dentro y fuera de la pantalla?
Sin fallar al ADN de Chanel, trajes de tweed crudo y negro desfilaron por el evento. Asimismo, se encontraron con jeans en colores fluorescentes, vestidos fluidos y camisetas estampadas con el nombre de la casa como luces de neón. Un viaje desde los años 20, pasando por la edad de oro MGM, la era Grace Kelly y el glam de los 80.
Aludiendo a veranos dignos de una pantalla plateada, esta temporada de Chanel está inundada de pantalones capri rosa pálido, vestidos largos estampados con florecillas en blanco y negro (o con un tweed ultrafino), conjuntos bordados con lentejuelas, trajes cortos bermudas y capas de asimetría. Un juego de playa y cálida sofisticación nocturna.
El porvenir
A fin de cuentas, lo que hizo Viard para este Chanel Primavera Verano 2021 fue algo que todos han hecho (o deberíamos hacer). Reconsiderar los códigos. Que no es lo mismo que eliminarlos. Sino saber escuchar sus orígenes y trayectos para modular sus palabras hoy. Este año y el siguiente no son época para el estruendo. Nadie está esperando innovaciones en el mismo sentido que hace dos temporadas, por ejemplo. La gráfica y la estética actuales tienden a un mundo más familiar, íntimo y humano. No a lo espectacular (aunque la casa sabe cómo seguir siéndolo).
La revisitación de los iconos es una práctica habitual de Chanel. Un ejercicio que llevó a su máximo nivel la figura de Lagerfeld. Hoy, el káiser ya no está. Sin embargo, y a pesar de bastante detracción por ahí, Viard ha sabido identificar y trasvasar la esencia de Chanel a un mundo que no pelea más por lo que es bello, sino por lo que es hermosamente terrenal.