Resulta curioso cómo el bolso blanco, de un color tradicionalmente asociado a la elegancia a propósito de cualquier pieza de ropa, ha estado siempre percibido como de mal gusto en cuestión de accesorios. Y es que hasta hace no tanto, muy pocas eran las que se atrevían, por ejemplo, con zapatos de este tono; no digamos ya bolsos. ¿Pero por qué siendo considerado un color básico y neutro no tiene tan buena fama como el negro? Misterios de la moda... Está claro que en términos prácticos es menos socorrido porque es mucho más delicado -se mancha con la mirada y hay que tener mucho cuidado, limpiarlo convenientemente a menudo, y no juntarlo con prendas oscuras o que destiñan- pero en lo que a combinaciones se refiere, si apuestas por un accesorio, como un bolso blanco, el resultado será siempre fresco y sorprendente.