Por: Majo Guzmán
La maison de alta joyería, Chopard, deslumbró una vez más en el Festival de Cannes con su icónica Red Carpet Collection, que este año se sumergió en el universo íntimo de su directora artística, Caroline Scheufele. Bajo el evocador título ‘Caroline’s Universe’, la colección presentó 78 piezas únicas que entrelazan imaginación, maestría artesanal y una conexión profunda con la naturaleza —especialmente con el mundo animal—.
El amor de Scheufele por los animales no es nuevo: en 2010, lo inmortalizó en Animal World, una colección de 150 piezas dedicada a celebrar la fauna con lujo y fantasía. Este año, ese vínculo resurge con una ternura brillante. Byron, su Cavalier King Charles y “mascota oficial” del festival, cobra vida en un anillo de diamantes blancos, negros y coñac, capturando su carisma con precisión escultórica. También destaca una joya con forma de hipopótamo, cuyo cuerpo voluptuoso se reviste de diamantes grises salpicados de granates, evocando dulzura.
Cada joya es un tributo al arte y al entorno que inspira a Scheufele. Así, Chopard no sólo viste la alfombra roja: la llena de vida.
En manos de los más de 40 artesanos del taller de Ginebra de Chopard, cada pieza es una oda al sentimiento que inspira a Caroline Scheufele, directora artística de la maison.