El brillante espíritu de Macarena Achaga y su conquista de Hollywood

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Después de alcanzar Hollywood y con el estreno de dos proyectos este verano que seguramente definirán su carrera, Macarena Achaga deja a un lado su zona de confort para continuar buscando retos que la desafíen y la lleven a conquistar nuevos territorios.

Fotografías: Gregory Allen Fashion styling: María José Guzmán Texto: Juan Fuentes
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FOTO: Gregory Allen

Macarena Achaga, conquistando nuevos territorios

Lo primero que uno nota cuando conoce a Macarena Achaga es su espectacular belleza, eso es indiscutible. Cuando la conocí por vez primera, hace ya un par de años, también fue lo primero que percibí, a sólo segundos de verla me hizo mucho sentido que fuera actriz y que tuviera el éxito que desde ese momento ya disfrutaba, interpretando numerosos papeles en proyectos de cine y televisión. Es normal que la presencia física que tiene Macarena pueda llegar a intimidar a muchos.

“Por mi trabajo debo de transmitir una imagen de seguridad total que no creo tener del todo en mi interior, considero que al principio la gente me puede llegar a percibir como una persona fría”, asegura.
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FOTO: Gregory Allen

Eso no puede estar más alejado de la realidad. Entre más tiempo pasa uno con Maca, va identificando elementos de su personalidad, como su calidez humana o lo increíblemente inteligente que es, que sobrepasan cualquier característica física que posee. Aunque pareciera que todo el éxito que ha disfrutado fue un regalo del universo, la realidad es muy ajena a esa percepción.

“Para mí la idea de ser actriz resultaba un concepto muy lejano. Crecí en una ciudad muy pequeña, a unos 400 kms de Buenos Aires, donde la simple idea de actuar parecía demasiado grande para ser real”, confiesa.

A los 15 años, cuando por fin tomó la decisión de mudarse por completo a la capital argentina, llegó a vivir a una pequeña habitación en la casa de los amigos de sus tíos abuelos, sin nada más que las ganas de construir su propio camino. En los inicios de su carrera comenzó tomando todos los trabajos que se le cruzaban, y aunque muchos fueran no remunerados, para ella eran oportunidades que la acercaban a sus metas.

“Fue un proceso complejo, pero con mucho enfoque. No sabía exactamente cómo lo iba a lograr, o qué tipo de actriz quería ser. Fueron muchos años de trabajar los papeles que tenía que realizar para algún día hacer lo que quería”, revela.
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FOTO: Gregory Allen

Al poco tiempo de emprender en Buenos Aires, un nuevo horizonte se abrió en la carrera de Macarena Achaga: mudarse a México.

Su llegada a este país fue un movimiento natural en su vida profesional.

“Me preparé para estar lista para la siguiente etapa en mi camino. Lo que pude controlar en ese momento lo hice, el resto fue un poco la alineación de los planetas. Sí hay una parte de suerte en este proceso, una que no estuvo en mi control. Es 50-50. Lo podemos llamar destino o timing. Yo di mi tanto y el universo dio el resto”, afirma.

La actriz ya estaba acostumbrada a aventurarse, viviendo por su cuenta unos años atrás; sin embargo, es imposible no pensar que la idea de llegar a un país nuevo y desconocido, sin su familia y amigos, no le diera temor.

“El miedo es un instinto natural, es un indicador de que estás haciendo algo que te importa. Hay que ir a buscar con miedo. Recientemente me fui a Hollywood a buscar oportunidades porque era una de las cosas que más miedo me daban, los resultados que obtienes cuando logras superar todo aquello que te intimida son los momentos que más vida te dan. Es probarte a ti mismo que puedes lograr cualquier cosa. Se trata de aprender a usar el sentimiento de miedo a nuestro favor”.

Y vaya que logró superar sus miedos. Macarena protagoniza dos increíbles trabajos esta temporada, muy distintos entre sí, pero igual de satisfactorios para la actriz. Uno de ellos es su primer proyecto en Hollywood, Father of the Bride, una producción en la que comparte créditos con uno de los actores más icónicos del cine internacional, Andy García.

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FOTO: Gregory Allen

“Siempre quise estar ahí, en Hollywood. La película fue un pedazo de sueño cumplido para esa niña que añoraba ser actriz. Muchas veces no me la creo. Sin embargo, llegar ahí también me llevó a atesorar mucho lo que hacemos en Latinoamérica”.

De ahí parte otro de los momentos que marcarán la carrera de la actriz este verano, un largometraje de suspenso realizado en Argentina titulado La ira de Dios.

“Son dos etapas diferentes, pero al mismo tiempo complementarias. A Hollywood fui a sembrar y a Argentina fui a cosechar”.

La idea de hacer proyectos tan distintos entre sí, de poder experimentar como actriz, de realizar múltiples cosas al mismo tiempo y no encasillarse es algo que la motiva mucho.

“Soy muy rebelde por naturaleza, me gusta salir de los estándares, llevar a cabo lo que quiero cuando deseo, poder realizar una película en Hollywood y, por otro lado, una de arte en Latinoamérica. ¿Por qué no?”, afirma.
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FOTO: Gregory Allen

Entre tantos proyectos y con una vida tan ajetreada, ¿cómo es posible que encuentre un punto medio entre su trabajo y sus relaciones personales?

“No tengo mucho tiempo, es una realidad, pero los considero happy problems. He aprendido a buscar el lado positivo de las situaciones”, comenta Macarena Achaga.

En estos momentos, a pesar de su apretada agenda, la actriz se siente plena en todos los aspectos de su vida.

“Fueron años de carencia en muchos ámbitos de mi vida, pero hoy me siento completa, y, justo porque sé lo que significa no estarlo, estoy sumamente agradecida por ello”.

Con un ritmo de vida caótico, Macarena ha tenido que ser mucho más organizada para no descuidar sus relaciones humanas.

“Hay que cuidar a las personas que te importan, construir vínculos sanos es parte de tu propia supervivencia. Invierto mucho tiempo en mis amigos, en mi pareja, en mi familia. Para mí es muy importante tener ese balance”, asegura.
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FOTO: Gregory Allen

Además de sus relaciones con los demás, otro proceso que ha aprendido a cuidar y cultivar es su relación con ella misma.

“La calma y las raíces que tengo en este momento no las tendría si no hubiera trabajado en mí todos estos años, y eso significa muchas cosas: ir a terapia, acomodar nuestros pensamientos, hallar momentos de desconexión. Trabajar en mí misma es lo que más atesoro en este instante en mi vida. Gracias a eso he encontrado este punto de felicidad”, revela.

En un momento en el que su carrera está alcanzando nuevos límites y su vida personal está en equilibrio, pareciera que Macarena ha encontrado el punto de equilibrio perfecto; sin embargo, para la actriz aún hay más por descubrir.

“Hay tantas cosas que quiero hacer, cada vez creo que necesito más vida”, dice entre risas. “La actuación sigue siendo mi prioridad, se vienen proyectos muy hermosos, pero uno de los siguientes retos de mi carrera es producir. Narrar historias con mujeres, de mujeres y para mujeres”, comenta.

Macarena cada vez tiene más que dar, más que ofrecer. Siempre en movimiento y en la búsqueda constante de nuevos horizontes y retos. No cabe duda que el futuro de la actriz será tan brillante como su espíritu.

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