La industria del whisky es otra: es una bebida inclusiva con las chicas a todos los niveles: paladar, estilo, consumo y creación.
Muchas mujeres han sido las creadoras de las más conocidas marcas de la industria y algunas siguen a la cabeza. Conoce a las grandes mujeres del whisky.
Helen Cummings
La matriarca de una familia de destiladores escoceses fue la que fundó Cardhu en 1811, uno de los whiskys más finos en la actualidad. Para evitar a los recaudadores de impuestos por alcohol disfrazaba la destilería de panadería. En su vejez dejó la destilería a su nuera Elizabeth Cummings. Liz fabricó el equipo de producción de la marca Glenfiddich, en 1890 (que aún existe y es de las top del mundo); también Liz vendió su mezcla al maestro whiskero Johnnie Walker en 1893. ¡Tres home runs!
Ellen Jane Corregan
Heredó la destilería Bushmills de su esposo Patrick ,en 1856, en plena revolución industrial. El gran mérito de Ellen fue negarse a renunciar al proceso artesanal que Bushmills llevaba haciendo desde 1608 cuando se fundó. Este periodo llevó a la quiebra a la mayoría de las destilerías del país, pero la suya no sólo sobrevivió, sino que hizo crecer la producción. La Ley Seca de Estados Unidos afectó a toda la industria en los años 20, pero Bushmills siguió en pie, en gran parte, por el trabajo de Corregan. Empresaria de verdad.
Catherine Spears Carpenter
Se sabe que la variedad de whisky conocida como bourbon americano nació entre 1782 y 1786 en el sur de los Estados Unidos, presumiblemente en Kentucky, donde una jovencísima viuda llamada Catherine Spars Frye se desposó en segundas nupcias con el agricultor Adam Carpenter, quien se dedicaba a la cría de ganado y a elaborar whisky casero. Catherine enviudó por segunda ocasión quedándose sola con nueve hijos a los que sacó adelante vendiendo bourbon; era 1809. Su particular receta aún existe, se replica y se puede consultar en el museo The Kentucky Historical Society. Una mamá de 10 y una de las grandes mujeres del whisky.
Elizabeth “Bessie” Williamson
Una vez terminada la Ley Seca los estadounidenses se habían acostumbrado a los whiskys de mala calidad, por lo que no fue fácil introducir los buenos whiskys a ese mercado. Pues bien, la secretaria ejecutiva de Ian Hunter, dueño de la destilería escocesa Laphroaig, se encargó de la empresa cuando él murió repentinamente en 1938. Bessie se dedicó a viajar a los Estados Unidos para hacer el marketing de su single malt. Para la Segunda Guerra Mundial resguardó las barricas para evitar su destrucción. Por todo ello es llamada “La primera dama del whisky”. Una valiente.
Las grandes mujeres del whisky
Marge Samuel
Su papá era dueño de la destilería Mattingly & Moore Distillery en Bardstown, Kentucky a mediados del siglo 19. Envuelta en ese mundo se casó con otro destilador, Bill Samuels, dueño de T.W. Samuels Distillery; también era amiga de Jim y Mary Beam (creadores de Jim Beam). Por aquel tiempo todos trabajaban con centeno, pero Marge decidió usar una mezcla con cebada roja de invierno y creó así el primer bourbon artesanal al que bautizó Maker’s Mark’s. Diseñó la botella con un halo rojo, fue un éxito que su esposo nunca le reconoció, pero la historia sí y es todo un icono feminista en Estados Unidos.
Rachel Barrie
Es la primera mujer whisky maker en una marca actual. Química de profesión, se especializó en ciencias de maduración del whisky en el Instituto de Investigación del Whisky Escocés, y ha laborado en la industria desde hace 25 años. Llegó a la familia Brown- Forman en 2017 como Master Blender (maestra mezcladora) para las marcas The GlenDronach, BenRiach y Glenglassaugh. Antes había trabajado en la prestigiosa Glenmorangie y en Morrison Bowmore Distillers (dueña de los whiskys Ardbeg y Ardmore). ¡Vaya carrera!
Hellen Mullholland
Ella es la primera master blender de una destilería irlandesa, nada menos que de Bushmills, la más antigua del mundo en la que ha trabajado por 27 años. Hellen ha creado ediciones limitadas y ha renovado las etiquetas actuales, sin perder la receta y los procesos de elaboración originales. Sólo la ha modernizado de forma muy personal: “Cuando hicimos Bushmills 21 años pensaba en mi familia y las Navidades cálidas junto a la chimenea, con aromas a fruit cake en la casa. Entonces me imaginé bebiendo un whisky maravilloso en ese ambiente”. Pura sensibilidad.
Sarah Burguess, Polly Logan y Kristeen Campbell
Son las maestras hacedoras del whisky The Macallan, la marca más prestigiada del mundo y la más deseada por coleccionistas. Es un single malt con variadas etiquetas premium que parten de los 12 años en barrica (el mínimo es tres…) y creadores de codiciadas ediciones limitadas. Es un triunfo para el feminismo, pero ellas lo ven como algo normal: “que no debería sorprender, no hay tal cosa como ‘mundos de hombres’ y esta industria está llena de talentos femeninos tantos como masculinos”, dice Sarah Burgess, la jefa de los whisky makers de toda la marca. ¡Guau!
Estas es la historia de las grandes mujeres del whisky. ¿Qué te parece? ¿Las conocías? Por Gabriella Morales-Casas
