En medio de los rumores sobre su posible divorcio del príncipe Harry, Meghan Markle asistió a la gala glam donde su íntimo amigo, Tyler Perry fue galardonado con el Paley Honours Award. La aparición de la duquesa de Sussex en solitario llamó la atención por el peculiar diseño que eligió para la ocasión ya que evoca uno de los episodios más oscuros de la realeza: el histórico vestido de la venganza que lució Lady Di en 1994.
Mientras el príncipe Harry se encontraba en la Cumbre DealBook 2024 en Nueva York, la duquesa de Sussex, Meghan Markle acompañó al padrino de su hija Lilibet Diana, Tyler Perry, a recibir el galardón que le otorgó The Paley Center for Media, la asociación da este premio a figuras destacadas en los medios de comunicación por sus innovaciones.
Desde hace varios meses los rumores sobre un posible distanciamiento entre Meghan Markle y el príncipe Harry han crecido sin que ninguno de los dos aclare si están considerando el divorcio ya que la última vez que se les vio juntos públicamente fue en agosto durante su gira en Colombia y Nigeria.
Es por eso que la reciente aparición de Meghan Markle enfundada en un vestido negro con la firma de Óscar de la Renta llama tanto la atención.
Meghan Markle luce su propia versión del vestido de la venganza
La elección de Meghan Markle para acompañar a Tyler Perry durante la entrega del Paley Honours Award se trató de un elegante vestido negro firmado por Óscar de la Renta con un escote en forma de corazón que dejó lucir sus hombros como en 1994 Lady Di lo hizo con un escote Bardot en venganza a la infidelidad que sufrió por parte de Carlos III y Camila Parker.
Del centro del escote se puede apreciar el origen de un drapeado que estilizó la parte superior de la prenda y al final del vestido una ligera abertura a la altura de las rodillas dio dinamismo al diseño y a su vez permitió ver las sandalias negras de la duquesa, un modelo de tiras negras de Stuart Weitzman con altísimos tacones.
Sin duda el mayor acierto de la versión del vestido de la venganza de Meghan Markle fueron las joyas y los accesorios, pues a simple vista parecía un look discreto y sutil, a diferencia del maxi collar que usó Lady Di en su versión de 1994. Meghan se decantó por un diseño minimalista de diamantes y oro de 18 kilates. Se trata del collar Fortuna de la firma Logan Hollowell con un costo de más de 30 mil dólares, una de las joyas más costosas de la colección que heredaron Meghan y su esposo, el príncipe Harry.