El ramo de novia negro y gótico de Stella Banderas, a debate

El ramo gótico de Stella Banderas reaviva el debate sobre la estética nupcial contemporánea. Entre lo poético y lo transgresor, su elección redefine lo que significa casarse en 2025

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El ramo de novia negro y gótico de Stella Banderas, a debate

Pablo Cuadra/Getty Images for Dior

Stella Banderas, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, no necesitó un vestido extravagante para acaparar titulares. Bastó un ramo de flores negras. Su elección, tan inesperada como magnética abrió un diálogo inmediato: ¿puede lo oscuro ser sinónimo de amor, pureza o compromiso? En una época donde la personalidad domina el discurso estético, la respuesta parece inclinarse hacia el sí.

El ramo de novia negro —una mezcla de rosas profundas, dalias aterciopeladas y follaje seco— se convierte en un manifiesto silencioso. No busca provocar, sino narrar una emoción distinta, la del amor que no teme a su propia complejidad. Frente al canon del blanco absoluto, que simboliza la inocencia y la eternidad, Stella Banderas propone un romanticismo introspectivo, maduro y con matices.

Su elección encaja dentro de una corriente más amplia que ha tomado fuerza en las pasarelas y las bodas de autor, el llamado dark romance. Esta estética combina lo gótico con lo poético, mezclando texturas y colores que evocan misterio, pero también autenticidad. Diseñadores como Simone Rocha, Rodarte o Alexander McQueen han explorado ese universo donde lo delicado y lo sombrío conviven con una naturalidad casi teatral.

En las imágenes de la ceremonia, el ramo parece absorber la luz, concentrándola en su centro. Es un símbolo de contraste, un recordatorio de que la belleza no siempre se viste de claridad. Y es precisamente esa dualidad —vida y finitud, pasión y serenidad— lo que convierte este gesto en algo más profundo que una simple elección floral.

El debate no se hizo esperar. Algunos lo califican de audaz y liberador; otros, de excesivo o innecesariamente dramático. Sin embargo, lo que Stella Banderas pone sobre la mesa es la posibilidad de romper con la idea de que una boda debe obedecer a un guion preestablecido. El ramo negro no es una negación del amor, sino una afirmación de su diversidad emocional.

En el fondo, su gesto encierra una verdad silenciosa, no hay un solo modo de decir sí, acepto. A veces, la expresión más sincera del amor no se escribe en blanco, sino en sombras que también merecen su espacio en la celebración. El ramo de Stella Banderas no busca aprobación, solo coherencia con quien lo sostiene. Y en esa coherencia, hay una forma nueva —y profundamente contemporánea— de belleza.

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