Por su especialidad en estilos minimalistas, elegantes, atemporal y discretos, Catherine Walker mantuvo una fuerte relación con la realeza británica, de hecho, fue la encargada de diseñar el vestido azul arena con el que Diana de Gales aún 30 años después, sigue impactando durante su visita al Festival de Cine de Cannes de 1987.
Los diseños de Catherine Walker se caracterizan por siluetas limpias, cortes precisos, telas nobles y un énfasis en la confección artesanal, desde entonces, Walker ya andaba los caminos del lujo silencioso en prendas hechas a la medida con atención al detalle para la familia real, principalmente para la princesa Diana de Gales para quien diseñó cerca de más de mil prendas a lo largo de 16 años, desde 1981 hasta la muerte de Diana en 1997.
Entre los diseños más destacados de Catherine Walker para la princesa Diana de Gales se encuentra el vestido negro sin hombros que lució Lady Di en la Gala de la Casa Blanca en 1985, cuando bailó con John Travolta.
Ella es Catherine Walker, la diseñadora favorita de Lady Di
Catherine Walker nació en 1945 en Calais, Francia bajo el nombre de Catherine Marguerite Marie-Therese Walker y se mudó a Reino Unido tras casarse con un británico, el diseñador Said Cyrus quien sigue a cargo de la firma tras la muerte de Catherine Walker en 2010.
Durante cerca de 16 años, Catherine tuvo una relación muy cercana a Diana de Gales, se conocieron en 1981, poco después del anuncio del compromiso de Diana con el entonces Príncipe Carlos.
La princesa de Gales llegó hasta Chelsea, Londres, lugar donde está ubicado el atelier de Catherine Walker & Co. Fue a través de una recomendación que Diana, entonces una joven y tímida maestra de jardín de infancia, llegó al taller buscando ropa adecuada para su nuevo papel como futura princesa.
Su primer encargo importante fue un conjunto para el viaje oficial a Gales, justo después de la boda real ya que Diana no tenía un guardarropa adecuado para sus nuevas responsabilidades diplomáticas, y Walker, con su estilo discreto y elegante, fue una elección natural.
Uno de los vestidos más emblemáticos que Catherine Walker diseñó para la Princesa Diana es el conocido como el “vestido Elvis”. Este conjunto fue utilizado por Diana durante su visita oficial a Hong Kong el 8 de noviembre de 1989, específicamente en la inauguración del Centro Cultural de Hong Kong.
El conjunto consistía en un vestido blanco de seda con un abrigo a juego, ambos ricamente bordados con lentejuelas y perlas. El abrigo presentaba un cuello alto y estructurado, lo que le otorgaba una silueta distintiva que recordaba a los trajes de escenario de Elvis Presley, de ahí su apodo.
La princesa Diana complementó el atuendo con la tiara Cambridge Lover’s Knot, una de sus piezas de joyería más reconocidas. Este look es considerado uno de los más icónicos de Diana, simbolizando su evolución hacia un estilo más audaz y sofisticado en la década de 1990.
Este vestido también fue parte de la subasta benéfica organizada por Diana en 1997 y ha sido exhibido en diversas ocasiones, incluyendo la muestra Diana: Her Fashion Story en el Palacio de Kensington.
Desde su primer encuentro, se estableció una relación de confianza y colaboración íntima. Walker no solo vestía a Diana, sino que también la ayudaba a definir un estilo diplomático y sofisticado que comunicara seguridad y respeto.
