Kim Kardashian no solo ha influido en la manera en que consume y produce belleza para sus seguidoras, también ha sabido trasladar su estética a objetos cotidianos. Uno de los lanzamientos más polémicos de su firma Skims es la face strap o faja antipapada, una banda elástica que rodea el mentón y promete definir el contorno facial tras un uso constante. Aunque esta propuesta no es nueva ni es reciente —los dispositivos de compresión facial existen desde hace décadas en Corea y Japón—, su presencia en una marca de lujo occidental reabre el debate: ¿realmente funcionan la faja antipapada de Kim Kardashian?
La pieza, que ha sido promocionada por Kim Kardashian en redes sociales y forma parte de su propuesta de autocuidado nocturno y consta de un diseño simple: la faja antipapada se ajusta por detrás de las orejas y por debajo de la mandíbula para ejercer una ligera presión ascendente. Se puede usar durante el sueño o en momentos de descanso. La faja antipapada tiene como objetivo reafirmar la piel del rostro inferior, reducir la retención de líquidos y moldear una silueta más estilizada, de acuerdo con la descripción del producto estrella de Kim Kardashian.
Y ¿de verdad funciona la faja antipapada?
A nivel dermatológico, el efecto de una faja facial antipapada como esta es temporal y limitado. No existe evidencia médica contundente de que usar un compresor facial durante varias horas al día pueda generar un cambio estructural profundo en el rostro, particularmente en la zona del cuello y la papada que tiende a ser una zona excesivamente compleja para tonificar. Sin embargo, hay buenas noticias sobre la faja antipapada de Kim Kardashian ya que sí puede ofrecer beneficios visibles a corto plazo: mejora la circulación linfática, reduce la hinchazón matutina y puede otorgar una sensación de firmeza superficial, aunque sus resultados no son inmediatos.
La clave está en entender su función. Este tipo de fajas antipapada no desaparecen la grasa ni reafirman tejidos por sí solas. Más bien actúan como un soporte que facilita el drenaje de líquidos y la desinflamación del rostro inferior, especialmente si se combina con una rutina de cuidado facial consistente —la magia del skincare: masajes, retinoides, hidratación adecuada y protección solar. En ese sentido, la faja de SKKN puede ser útil, siempre que no se espere de ella una transformación radical en poco tiempo.
La experiencia de quienes la han usado apunta a una sensación de sujeción cómoda, sin puntos de presión que generen dolor o marcas al retirarla. El tejido, suave y elástico, se adapta a diferentes formas de rostro sin deformarse con facilidad. Como parte de una rutina de noche, puede ser un recordatorio físico de autocuidado, similar al uso de antifaces o almohadas ortopédicas.
Para personas que experimentan inflamación leve del rostro al despertar, o que buscan una ayuda adicional en la reafirmación facial no invasiva, esta faja puede ser un complemento interesante. También es útil para quienes llevan una rutina de masajes faciales o tratamientos estéticos como radiofrecuencia o ultrasonido, ya que ayuda a sostener los resultados por más tiempo, pero debes saber que el uso de la faja antipapada no sustituye el ejercicio facial, la buena postura ni los hábitos saludables. Tampoco reemplaza tratamientos clínicos en casos de flacidez avanzada. Es, ante todo, un accesorio de mantenimiento.