Durante las últimas temporadas la silueta se ha movido entre extremos: pantalones anchos con tops minimalistas o vestidos fluidos de aires bohemios. Sin embargo, el binomio que hoy vuelve a reclamar espacio en el street style es el contraste perfecto entre pantalones ajustados y camisas extragrandes. Una fórmula sencilla, pero cargada de posibilidades, que define la manera en la que entendemos la moda contemporánea: equilibrio entre comodidad y estructura, entre volumen y líneas ceñidas.
El retorno de una silueta conocida
Este dúo no es nuevo. A mediados de los años 2000, cuando los skinny jeans dominaron el mercado, la camisa oversize se convirtió en su contraparte natural. Hoy, su regreso no responde a la nostalgia, sino a la búsqueda de una estética más consciente que juega con proporciones limpias. Las pasarelas de otoño 2025 han confirmado la vigencia de este contraste: firmas como The Row, Victoria Beckham o Loewe lo han reinterpretado con un aire sofisticado, alejándolo del cliché juvenil de hace dos décadas.
El secreto está en la proporción
La clave de este tándem está en la proporción. Los pantalones ajustados —ya sea denim oscuro, leggings de punto fino o modelos en vinil— actúan como una base neutral y alargan la figura. Sobre ellos, la camisa oversize aporta un volumen estratégico que suaviza el resultado y evita la rigidez de un look monocromático. El contraste, lejos de ser radical, genera armonía: un efecto que resulta favorecedor para distintos tipos de cuerpo, porque estiliza sin sacrificar comodidad.
Cómo llevarlo en 2025
Este regreso no se limita a repetir fórmulas pasadas. La tendencia se actualiza con detalles de sastrería y materiales nobles. Una camisa blanca de algodón con corte masculino puede llevarse con leggings de piel y botas altas, mientras que una versión satinada se transforma en vestido improvisado con skinny jeans en tonos neutros. El truco está en no saturar con accesorios: un cinturón marcado a la cadera o unos pendientes esculturales bastan para convertirlo en un look de impacto.
Además, los estilistas sugieren experimentar con capas. Bajo la camisa extragrande puede asomarse un bralette o un top minimalista, que aporta un toque sensual y moderno. En cambio, para la oficina, basta con elegir un pantalón pitillo en lana y una camisa de popelina estructurada que mantenga la sobriedad.
Del street style a la pasarela
El fenómeno es circular: lo que vuelve a dominar el street style termina reforzándose en la pasarela. En ciudades como Copenhague, Milán o Nueva York, los fotógrafos de moda han captado este contraste en versiones muy distintas: desde estilismos minimalistas en blanco y negro hasta combinaciones más atrevidas con estampados gráficos y cuero. La versatilidad de este tándem lo convierte en un lienzo que cada generación puede reinterpretar a su manera.