Este verano, el estilo comienza desde el suelo. En un momento donde la moda se mueve entre la comodidad funcional y los guiños nostálgicos, el calzado se convierte en una de las piezas más influyentes para expresar identidad. Lejos de los excesos o la hiperproducción estética, las it girls —esas figuras que transitan entre el street style y la sofisticación editorial— están apostando por siluetas versátiles, detalles artesanales y formas que equilibran lo clásico con lo provocador.
Estas son las 5 tendencias en calzado que están marcando la temporada. No son caprichos de pasarela: son elecciones reales, vistas en editoras, modelos y estilistas que saben que el zapato adecuado no solo complementa el look, sino que lo define.
Sandalias con tiras mínimas
Las sandalias apenas visibles siguen ganando terreno. Se trata de modelos que casi se funden con la piel, dejando que el pie respire visualmente. Con tiras finas y estructuras simples, este tipo de calzado prioriza la ligereza y la elegancia sin esfuerzo. Su estética limpia combina con todo: desde vestidos fluidos hasta trajes oversize, y su presencia sutil deja espacio para que el resto del outfit hable.
Zapatos planos con personalidad
Las it girls han dejado claro que el confort no está reñido con el estilo. Los zapatos planos vuelven con fuerza, pero no como solución perezosa, sino como declaración estética. Puntas cuadradas, detalles tejidos, cierres envolventes o suelas gruesas: cada diseño aporta carácter sin necesidad de centímetros extra. Este verano, caminar cómodo también puede ser sinónimo de sofisticación.
Mules estructuradas
Ni sandalias, ni tacones convencionales: los mules se posicionan como el híbrido perfecto. Su silueta abierta y refinada permite jugar con proporciones y materiales, y aporta una nota arquitectónica a cualquier look. Son el complemento ideal para quienes buscan elevar un outfit sin caer en la obviedad del stiletto.
Calzado con textura
Ya sea en forma de nudos, trenzados, acabados rugosos o efecto piel natural, los zapatos con textura están ganando protagonismo. Estas superficies táctiles aportan profundidad al estilismo y funcionan como punto focal incluso en outfits monocromáticos. En un verano dominado por las fibras ligeras y los tonos neutros, la textura se convierte en detalle narrativo.
Toques metálicos sutiles
El brillo controlado es la clave. Los acabados metalizados ya no son exclusivos de la noche: en tonos suaves como el oro mate o el plateado lavado, aparecen en sandalias, mocasines y flats como un guiño sutil a la opulencia contenida. La idea no es deslumbrar, sino aportar un halo de sofisticación sin exagerar.