Cuando en la primavera de 2019 Grace Wales Bonner habló en la revista System de lo que deseaba para su carrera —“un marco, una institución con herencia” que luego pudiera ser intervenida—, pocos imaginaron que aquel sueño cristalizaría en la cima de una casa legendaria. Hoy, esa aspiración se materializa, la británica se convierte en la nueva directora creativa de la colección masculina de Hermès.
Desde su primera colección bajo su propio nombre en 2014, Grace Wales Bonner construyó una obra que dialogaba con sastrería, con cultura, con diásporas y con esa idea de masculinidad compleja que rara vez encuentra espacio en las casas del lujo.
Su sensibilidad para combinar la artesanía europea con referencias musicales, culturales y deportivas, le permitió trazar un camino propio. Y ahora ese camino la conduce hacia Hermès, donde sustituirá a Véronique Nichanian, quien durante 37 años fue responsable de la línea masculina.
Este nombramiento no es solo un acto simbólico, es la confluencia entre una marca que vive de su herencia —nata en 1837, mitificada en la artesanía del cuero, la sastrería y la sofisticación— y una diseñadora que entiende el traje contemporáneo como un espacio híbrido, en el que conviven la tradición y la innovación. Además de que resulta una extraordinaria noticia para las diseñadoras mujeres que parecían haber sido relegadas en este juego de las sillas donde directores creativos varones saltaron de una maison a otra dejando fuera a las más icónicas, hasta que Fendi y Hermès hicieron algo al respecto.
Lo que hará la diferencia ahora será cómo esta diseñadora trasladará su universo personal —el legado jamaicano-británico, la referencia al dandy negro, la acción del vestir como gesto cultural— al vasto y delicado patrimonio de Hermès Menswear. Porque tomar la batuta de una casa así implica entender su archivo, su cuerpo de códigos, sus valores de manufactura, y al mismo tiempo introducir una visión que hable de nuestro presente. Grace Wales Bonner lo ha manifestado varias veces: no se trata simplemente de subirse a un carro de lujo, sino de habitar un sistema y luego desafiarlo desde dentro.
Su rol arrancará formalmente con la presentación de su primera colección para Hermès en enero de 2027. Es una espera calculada, en la que las expectativas serán enormes ya que el público quiere ver cómo una creadora que ha trabajado desde una cultura híbrida, desde la exploración de identidades y de tejido transversal, interpretará la sastrería masculina, el traje y la vestimenta de lujo en clave contemporánea.
Cabe mencionar que Grace Wales Bonner continuará simultáneamente con su marca homónima, una dualidad que exige equilibrio, rigor y visión a largo plazo. Esta superposición de rol amplifica tanto el reto como la oportunidad de redefinir la modernidad de Hermès sin desechar el legado, retener la coherencia de su propio sello sin diluirlo en la magnitud de una casa global.
En suma, su ascenso es una muestra más de cómo la industria del lujo —en especial en la moda masculina— empieza a reconocer voces que han cultivado sensibilidad, contenido, trama cultural y artesanía, en lugar de apostar solo por nombres establecidos. Grace Wales Bonner entra ahora en ese gran escenario para reescribirlo desde dentro, y Hermès le abre su taller, sus materiales, su archivo, su prestigio. Un sueño que parecía lejano, pronunciado hace seis años como promesa, y hoy convertido en realidad.