El ganchillo en clave XL y a todo color sale del armario para apoderarse del street style
Resulta particularmente curioso que uno de los tejidos más tradicionalmente arraigados a la vestimenta de nuestras abuelas, el crochet, se haya convertido en el protagonista del verano en pleno 2016. ¿Se habrán quedado sin nuevas ideas los diseñadores? ¿Se encuentra el mundo de la moda encima de un carrusel del pasado del cual resulta imposible escapar?
Por supuesto, ya lo veíamos venir. Basta con observar la primera colección de Alessandro Michelle para Gucci: una oda a lo nerd que tampoco se olvida de rebuscar en el armario de la abuela y reinterpretar piezas como los mocasines de tacón, las faldas por la rodilla, las blusas con lazo al cuello y los suéteres de lana con botones.
Dentro de esta tendencia global, ante la que lujo y fast fashion han caído rendidas, se levanta el crochet como tejido estrella (¡algo habrán hecho bien las abuelas!). En semanas pasadas lo hemos visto incorporarse tímidamente a firmas como Zara, Mango y H&M, y este hecho solo viene a confirmar lo que ya vimos en las pasarelas de SS16: desde Burberry hasta Gucci, pasando por Dolce & Gabbana, todos han sido seducidos por el ganchillo en clave XL.
Si estás pensando en adoptar este modelo, ten en cuenta que no se trata de parecer disfrazada. El truco está en combinar tu prenda de crochet con otras más actuales (y grandes dosis de actitud) para no caer en lo ridículo. ¿La regla definitiva? No limitarse a un solo color y apostar por el arcoíris entero. ¡El vestido midi y el abrigo extralargo son la opción!
Si, por el contrario, te horroriza la idea de inspirarte en tu abuela para crear tus looks, tendrás que respirar hondo y educar el ojo: la estética granny llegó para quedarse.