Desde qué tipo de telas, hasta los cuidados. Te damos las claves para que tu próxima adquisición sea idónea.
Elegir los blancos perfectos es todo un tema: nos encanta que nuestro espacio más íntimo luzca con estilo. Pero, cuando se trata de adquirir la ropa de cama, no sólo tienes que considerar tu buen gusto en el diseño, también –y es quizá lo más importante– se trata del confort que te brinde y el tipo de materiales con los que están fabricados.
Te compartimos algunos consejos que debes considerar la próxima vez que adquieras ropa de cama.
Protector de colchón
¿Por qué es tan relevante? Este elemento que cubre la cama por la parte superior y por los lados (ya que se ajusta como una sábana) para librarte de manchas y ácaros. La mayoría de los protectores son impermeables, hipoalergénicos y antibacteriales.
Sábanas
La calidad es lo más importante al momento de elegirlas y esta es la razón: es la pieza con la que tienes más contacto mientras duermes.
Número de hilos
Una alta densidad de hilos no necesariamente indica mayor calidad.
Material
Piensa en el tipo de textura te gusta para estar acostada diariamente durante más de seis horas: ¿algodón, lino, satén o franela?
Tejido
La forma en que se tejen las sábanas tiene un impacto directo en cómo se sienten. Por ejemplo, el percal es ligero y apretado y la cama puede sentirse muy fresca; la microfibra es apretada y densa, resistente a las arrugas y al agua.
Diseño
Éste va de acuerdo con la decoración de tu recámara. Es recomendable que la ropa de cama
combine con la paleta de colores de las paredes.
Duvets y edredones
El edredón es un cobertor relleno de plumas, fibras y lana. Por el modo en que está cosido, el cubre de manera uniforme y conserva el calor en toda su extensión.
El duvet tiene dos elementos: el relleno, que suele estar protegido por una funda de color blanco o neutro; y la cubierta, que puede tener diferentes colores y diseños. Una de las ventajas de este accesorio es que su limpieza es mucho más sencilla, pues únicamente se necesita lavar la cubierta.
Almohada
La elección de la almohada ideal tiene que ver con la postura que tienes para dormir:
- Boca abajo: Lo mejor es que sea blanda y delgada, las duras y altas dificultan la respiración.
- Boca arriba: Busca que tenga grosor y firmeza intermedios, que sostengan la nuca y las cervicales.
- De lado: La almohada debe de ser con una suavidad intermedia.
Cómo cuidar la ropa de cama:
1. Lava las sábanas máximo cada 15 días.
2. No uses cloro para lavarla, sólo la deteriora.
3. Elige un ciclo de lavado intermedio o lento.
4. No la planches, a menos que sea de lino.
5. En el caso de los edredones, ahuécalos y sacúdelos a diario para que el relleno esté suelto y mullido.
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