Desde la botella misma hasta la fragancia,
Shalimar es un tributo al amor y a la belleza. Este aroma insignia de Guerlain nos transporta al Oriente del Siglo XVII, cuando el emperador Sha Jahan construyó el Taj Mahal para el descanso eterno de su cuarta esposa Mumtaz Mahal. Jardines y arquitectura que inspiraron a Jacques Guerlain para conjugar exotismo y sofisticación en una sola propuesta. Notas de cedro, bergamota, limón, iris y vainilla concilian su personalidad.
Poison de Dior
Una propuesta olfativa que data de 1985 y llevó el misterioso concepto de una sensual pócima a la piel de miles y miles de mujeres en todo el mundo. Dos años después de su lanzamiento se le concedió el premio a mejor perfume femenino de lujo en los Fragance Foundation Awards. Gracias a las notas de cilantro, ciruela y anís, a la intensidad del cedro y la canela, y al toque de pimienta, Poison es inconfundible, no importa la situación o el lugar.
Opium de Yves Saint Laurent
Yves Saint Laurent lanzó el perfume en 1977 y logró un éxito igual de fuerte que el enojo por parte de una coalición de americanos con ascendencia china. Estos, ofendidos por un nombre y un comercial que consideraron poco respetuosos con las Guerras del Opio en China, pidieron que fuera nombrado y promocionado de manera distinta.
Fue tal el escándalo, que según el National Post, la fragancia logró una recaudación de 3 millones de dólares en los primeros 10 meses. Mandarina, cilantro y pimienta fueron sus claves originales. A la fecha, este nombre se reinventa como un clásico de la firma.
Joy de Jean Patou
Jean Patou fue una marca del temprano siglo XX que en 1930 decidió dar un perfume de extremo lujo a su exquisita clientela. Su fórmula tan precisa como extraordinaria, dicta que cada frasco debía poseer notas de 10 mil 600 jazmines y 28 docenas de rosas de Grasse y Bulgaria. Todas, extraídas de los campos de flores que el mismo Patou tenía en Francia. «El perfume más caro del mundo», fue su eslogan.
L’air du temps de Nina Ricci
En 1948, con esta esencia floral en la que destacan el clavel y la gardenia sobre matices de rosa, sándalo y jazmín, la casa Ricci logró su gran posicionamiento en el mundo.
Un aroma tan mítico como las palomas que se posan en el diseño de su frasco. Innovación y delicadeza por donde se le vea.
Euphoria de Calvin Klein
Ya entrado en la historia actual, fue en 2005 que una fragancia joven, con notas frutales combinadas con un punto amargo (gracias a su base amaderada), hizo que Klein recuperara magnetismo en la cultura popular. Un éxito contemporáneo total.
Classique de Jean Paul Gaultier
&has_verified=1 Un cuerpo encorsetado y un estilo parisino chic son los elementos de una botella que a todos nos ha fascinado desde 1993. Gaultier lanzó esta combinación de cítricos, anís, vainilla y pétalos de rosa –con una buena dosis de ópera– y creó una fantasía que a la fecha nos sigue dando de qué hablar en el mundo de la moda y la publicidad.
Angel de Thierry Mugler
Creada en 1992 ésta es una fragancia que muestra el poder colaborativo del melón, el coco, la mandarina, la orquídea, el almizcle y el caramelo. ¿Recuerdas las campañas? Tan vibrantes y extraterrenales, justo como siempre lo ha sido esta firma. Jerry Hall, Georgia May Jagger, Naomi Watts, Bianca Balti y Eva Mendes son rostros que pueden recordártelas.
Youth Dew de Esteée Lauder
Desde 1953 este perfume ha logrado que millones de mujeres huelan a lavanda, orquídea, jazmín, pachulí, incienso y vetiver. Una creación olfativa de feminidad y elegancia, que la misma marca define como «una de las fragancias más sensuales que se han creado».