En la alfombra roja del estreno de The Morning Show en Nueva York, Naomi Watts volvió a confirmar su lugar como referente de estilo atemporal. La actriz apareció con un conjunto de dos piezas firmado por Gucci que no solo brilló por el detalle de las lentejuelas en tono verde agua, sino por la clara evocación a una de las mujeres más icónicas de la moda del siglo XX: Jacqueline Kennedy.
La elección de Naomi Watts no fue casual. El dos piezas de silueta recta, con chaqueta de manga corta y cuello redondeado, acompañado de una falda midi ceñida, remite directamente a los trajes de líneas limpias que convirtieron a Jackie Kennedy en un símbolo de sofisticación durante su etapa como primera dama de Estados Unidos. Gucci rescata este código clásico y lo reinterpreta con bordados de lentejuelas que aportan modernidad sin perder el espíritu refinado de los años sesenta.
El guiño a Jackie Kennedy
Jackie Kennedy popularizó la idea del conjunto coordinado como uniforme de elegancia. Los trajes de dos piezas eran su sello inconfundible: tejidos con textura, cortes geométricos y un aire de sobriedad que, lejos de restarle personalidad, la consolidaron como un icono global. Al optar por un diseño de Gucci que respira esa misma esencia, Naomi Watts envía un mensaje claro en su más reciente aparición pública donde la vigencia de la elegancia clásica se potencia cuando se actualiza con toques de brillo y frescura.
El estilismo de Naomi Watts prescinde de los accesorios ostentosos y apuesta por la pureza de las líneas. Un bolso metálico y sandalias minimalistas en tonos plateados bastaron para equilibrar el impacto visual de las lentejuelas. El resultado fue un look que evoca a un icono del estilo del siglo XX, pero también reafirma a la actriz con poder femenino contemporáneo y mucho más actual.
Gucci y la herencia de lo clásico
La firma italiana ha mostrado en sus últimas colecciones un interés especial por reinterpretar el guardarropa femenino de mediados del siglo pasado. Los conjuntos estructurados, las chaquetas con cuello a la caja y las faldas que caen justo por debajo de la rodilla han regresado a las pasarelas, esta vez adornados con bordados, brillos y materiales inesperados.