Hablar de Marilyn Monroe siempre supone moverse entre el mito y la mujer real. Su figura, multiplicada por décadas de interpretaciones, rumores y homenajes, sigue fascinando al mundo. En Madrid, una nueva exposición se propone revisar esa narrativa, la de separar la leyenda de la persona. En la Sala 1 del Centro Cultural Conde Duque, la muestra Celebrando a Marilyn 1926–2026 reúne más de un centenar de obras —fotografías, carteles, ilustraciones y piezas contemporáneas— que trazan un retrato más íntimo y humano de una de las mujeres más icónicas del siglo XX.
Una exposición que viaja entre épocas y miradas
El recorrido está dividido en tres secciones que permiten entender la evolución de la artista desde distintas perspectivas. La primera, titulada Todo sobre sus películas, se centra en su carrera cinematográfica e incluye registros de su visita a las tropas estadounidenses en Corea, un episodio que marcó el inicio de su consolidación como símbolo internacional.
La segunda parte, La metamorfosis de Norma Jeane, ofrece una mirada más personal: aquí, las fotografías de autores como André de Dienes, Earl Moran y Philippe Halsman muestran a una Marilyn Monroe en proceso de construcción identitaria. Sus gestos, sus posturas, su luz —todo parece estar entre el ensayo y la revelación.
Por último, Deconstruyendo a Marilyn reinterpreta el mito desde el arte contemporáneo. En esta sección, nombres como David LaChapelle, Banksy o Sandra Chevrier dialogan con el legado de la actriz desde el lenguaje del arte urbano, el pop art y la cultura digital. Es un cierre que funciona como espejo del presente, Marilyn Monroe ya no es solo un ícono de Hollywood, sino una figura cultural que se reescribe con cada generación.
Más allá de la exposición, Marilyn Monroe en pantalla
Como parte del homenaje, Conde Duque complementa la muestra con un ciclo de cine titulado Una tarde con Marilyn, en el que se proyectan algunas de sus películas más emblemáticas. Cada jueves, entre noviembre y enero, el público podrá redescubrir títulos que definieron su carrera y consolidaron su magnetismo en la gran pantalla.
Un mito que sigue respirando
La exposición no busca cerrar la historia de Marilyn Monroe, sino abrirla. Al reunir su vida artística y personal en un mismo espacio, ofrece la posibilidad de mirarla sin el ruido del mito. Allí donde la fama distorsionó su imagen, el arte la devuelve al origen, una mujer compleja, talentosa y contradictoria, cuya fragilidad fue, paradójicamente, su mayor fortaleza.
En Madrid, Celebrando a Marilyn. 1926–2026 no solo homenajea a la actriz; reivindica su derecho a ser recordada más allá del estereotipo, como una artista que sigue inspirando a quienes buscan en la belleza una forma de verdad.