Temporada a temporada, las Semanas de la Moda son el mejor escenario para conocer lo que viene, pero en esta ocasión mostraron algo aún más sorprendente: la nueva era de una de las más grandes leyendas de la moda.
Como parte del debut del diseñador inglés, en su papel de director creativo de Ferragamo, Maximilian Davis trazó algo más que un nuevo concepto de estilo para la firma, pues reveló nuevos códigos de lujo que recuerdan los primeros pasos de Salvatore en Hollywood y, al mismo tiempo, ejemplifican con claridad de qué va el glamour contemporáneo.
El último desfile de Ferragamo, donde se mostró la nueva imagen de la marca, se realizó como parte de la Semana de la Moda de Milán. Espacio donde se presentaron las colecciones correspondientes a la temporada Primavera–Verano 2023. El show se desarrolló ante la mirada de personalidades reconocidas de la industria, de la talla de Naomi Campbell, Kelela, Paloma Elsesser, Jourdan Dunn, Jessica Wang y Jordan Barett, entre otros.
El interior del claustro del palacio del antiguo Seminario Arzobispal de Milán, una construcción anclada en pleno corazón de la capital de la Lombardía, fue el escenario de la nueva era de Ferragamo, y esto es todo lo que necesitas saber:
Marea roja
Intensa y con intención, la paleta cromática empleada en los diseños de Davis es tomada de las más espléndidas salidas y puestas de sol, como si se tratara de una representación gráfica del inicio de una nueva era. Así como retoma los tonos de la serie Sunset, de la artista Rachel Harrison.
Por eso vemos impecables atuendos monocromáticos en blanco, arena, negro y, un sorprendentemente y adictivo rojo (este tono se vuelve parte de la identidad corporativa de la firma, de ahí su notoria presencia).
Pero, además, intercalados, aparecen looks en estampados degradados con los pigmentos característicos de los atardeceres: amarillo amanecer, naranja atardecer, carmin, beige y azul cielo.
Legado transformado
La nueva era de Ferragamo (así, sin el nombre Salvatore), no olvida sus orígenes ni su trayectoria. Por eso, sobre la pasarela, vimos relucir los brillantes zapatos rojos que el fundador de la leyenda creó para Marilyn Monroe en 1959. También nos sorprendieron las nuevas versiones del bolso Wanda, presentado por primera vez en 1988 y bautizado con el nombre de la esposa del fundador de la casa.
Y, como no podía faltar, el símbolo Gancini prevalece, siendo el soporte de una nueva generación de sandalias, detalle en hebillas y herrajes, e incluso sobre las prendas.
Nuevos códigos
Día y noche, comodidad y elegancia, el lenguaje de Ferragamo conserva su ADN, pero se refresca, mezclando lujo clásico como parte de una propuesta contemporánea, que no da la espalda a la sofisticación, refinación minimalista y glamour atemporal.
Así, las propuestas para mujer y hombre incluyen desde prendas de fondo de armario, como Tank Tops, leggings y trajes sastre de impecable hechura; una oleada de reveladores maxivestidos en tejidos transparentes, seda líquida y capas de organza, así como un sensual apartado de micro shorts, cueros brillantes y accesorios salpicados de cristales.
Genio y figura
Hablar de la nueva era de Ferragamo, es hablar del diseñador de moda británico con ascendencia caribeña: Maximilian Davis. El creativo, quien tomó las riendas de la casa este año, lo hizo con un objetivo claro: “Quería rendir homenaje a los inicios de Salvatore en la cultura de Hollywood, y el nuevo Hollywood”.
Para lograrlo, Davis consideró aspectos importantes: “Quiero que cada pieza se sienta divertida, pero también deseable como objeto”, y agrega: “Que se mantenga por sí misma”.
A nosotros solo nos resta decir: misión cumplida.
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