Los pantalones capri —aquellos que terminan justo por encima del tobillo o a media pantorrilla— regresan con fuerza este verano 2025 como símbolo de elegancia relajada y comodidad. Son la síntesis perfecta entre lo casual y lo refinado, y se prestan a múltiples interpretaciones: desde looks náuticos inspirados en la Riviera Francesa, hasta combinaciones más urbanas con piezas arquitectónicas. Pero, como todo en moda, el éxito de esta prenda depende de su contexto, y el calzado que elijas puede elevar o arruinar por completo el resultado.
En este revival capri, hay ciertos zapatos que, simplemente, no funcionan.
Botines que cortan el tobillo
Aunque los botines son un clásico de entretiempo, combinarlos con capri es un error que acorta visualmente la pierna. El pantalón ya deja al descubierto parte de la pantorrilla o del tobillo, y sumar un zapato que interrumpe esa línea con volumen o cierre al ras del hueso rompe el equilibrio. El efecto inmediato: piernas más cortas, figura más pesada y un look que pierde fluidez.
Zapatos con tiras gruesas en el tobillo
Las sandalias tipo gladiador o los modelos con pulseras anchas alrededor del tobillo también restan puntos. Las tiras horizontales actúan como cortes visuales que interrumpen la continuidad de la pierna, generando un efecto de bloqueo visual. Este tipo de calzado puede funcionar con faldas o vestidos, pero con capri simplemente compiten con la estructura del pantalón.
Mocasines toscos o chunky
Aunque los mocasines chunky siguen dominando ciertos sectores del street style, su forma pesada no favorece la línea ligera de los capri. La clave está en mantener la proporción: los capri tienden a estilizar la parte inferior del cuerpo, y un zapato demasiado robusto rompe esa estética limpia. Lo ideal es optar por mocasines más ligeros, con suela discreta y punta alargada.
Tenis deportivos gruesos tipo ‘dad sneakers’
Por más cómodos o nostálgicos que sean, los tenis tipo dad sneakers no favorecen en absoluto al capri. Este tipo de calzado genera un contraste torpe con el corte ajustado o entallado del pantalón, sumando peso visual innecesario. En su lugar, es preferible elegir tenis minimalistas, de líneas limpias y silueta delgada.
Zapatos cerrados de punta redonda
La redondez en la punta del zapato tiende a acortar visualmente la pierna, sobre todo cuando se combina con un corte capri. Para estilizar y alargar, las puntas ligeramente afiladas (sin llegar a lo extremo) son la mejor elección. No se trata de dramatismo, sino de fluidez óptica.