Cuando el invierno se instala, los abrigos dejan de ser una prenda funcional para convertirse en el punto focal del estilo. Son la primera impresión de un look, la capa que define una silueta y el gesto que habla de personalidad antes que cualquier otro detalle. Este año, las pasarelas han dejado claro que no basta con abrigarse, se trata de hacerlo con intención, textura y carácter.
A continuación, una mirada a los 5 tipos de abrigos que marcan el pulso de la moda invernal y que, más allá de las tendencias pasajeras, construyen un guardarropa sofisticado y duradero.
El abrigo oversize de corte masculino
Minimalista, estructurado y con hombros amplios, este abrigo se impone como sinónimo de poder silencioso. Inspirado en los trajes de sastrería clásica, funciona con todo, desde un conjunto de mezclilla hasta un vestido de noche. En tonos neutros —gris carbón, camel o negro—, ofrece una elegancia sin esfuerzo que nunca pasa de moda.
El abrigo de piel sintética
Sensual y envolvente, el faux fur regresa con una lectura contemporánea, colores suaves, texturas menos densas y cortes relajados. Es la prenda que eleva instantáneamente cualquier atuendo, incluso con unos jeans. Además, su toque táctil aporta calidez sin renunciar al glam.
El abrigo de lana con cinturón
Favorecedor, clásico y versátil. La silueta envolvente con cinturón define la figura sin restarle comodidad, evocando un aire cinematográfico que remite a los abrigos de Audrey Hepburn o Lauren Bacall. Ideal para quienes buscan un equilibrio entre estructura y movimiento.
El abrigo acolchado
Lo que antes se reservaba para escapadas de montaña, hoy se reinventa con estética urbana. Las versiones en tonos neutros o metálicos logran un contraste entre lo técnico y lo chic. Ligero pero cálido, es la opción preferida de quienes priorizan la funcionalidad sin sacrificar estilo.
El abrigo de cuero
Sofisticado y rebelde a la vez, el abrigo de cuero largo se ha convertido en el nuevo icono del street style. Puede llevarse con suéteres de punto, botas o incluso con vestidos fluidos, logrando una mezcla de fuerza y elegancia. Su presencia aporta una energía cinematográfica, como salida de una escena de los noventa reinterpretada para el presente.
Más que abrigo, una actitud
El abrigo perfecto no solo protege del frío, sino que enmarca la manera en que se habita el invierno. Cada modelo cuenta una historia, la de una mujer que camina con determinación y viste la temporada como un escenario donde el estilo es también una forma de abrigo emocional.