Durante décadas, la camiseta blanca se convirtió en un símbolo de sencillez y sofisticación silenciosa. Desde los años dorados de Hollywood hasta los armarios minimalistas de la actualidad, se consolidó como ese comodín que puede acompañar tanto un par de jeans como un traje impecable. Sin embargo, la moda es un lenguaje en constante transformación y, en este 2025, hay una prenda que amenaza con robarle el título de básico imprescindible: el polo de rayas.
De uniforme deportivo a pieza esencial
El polo nació con un propósito utilitario, diseñado para los campos de tenis. Su cuello estructurado, botones frontales y tejido transpirable lo convirtieron en una alternativa práctica y elegante para hacer ejercicio y a lo largo del tiempo, su silueta fue adoptada por la moda urbana, el preppy college y hasta las casas de lujo que lo reinterpretaron con tejidos premium. Ahora, en su versión de rayas, alcanza un nuevo estatus: el de pieza versátil que funciona como relevo natural de la clásica camiseta blanca.
La estética del contraste
Mientras la camiseta lisa se caracteriza por su neutralidad, el polo de rayas introduce un juego visual inmediato. Sus franjas —ya sean marineras, anchas o multicolores— imprimen un dinamismo que eleva cualquier look sin necesidad de accesorios estridentes. En clave minimalista, basta con combinarlo con pantalones de pinza o denim oscuro; para un registro más arriesgado, se puede llevar con faldas lápiz de cuero o bermudas oversize. En ambos casos, conserva esa aura effortless que la moda contemporánea busca desesperadamente.
La apuesta de las pasarelas
Firmas como Prada, Loewe y Jacquemus han apostado por polos rayados en sus colecciones recientes, explorando desde tonos neutros hasta explosiones cromáticas. La clave está en cómo lo presentan: lejos de ser un guiño nostálgico al estilo de club náutico, se convierte en una pieza central del styling, acompañada de accesorios statement o en layering con blazers y gabardinas. El resultado es claro, el polo deja de ser un artículo de fin de semana para ocupar el lugar de las prendas estratégicas en el guardarropa.
Un básico con personalidad
La fuerza del polo de rayas radica en su dualidad. Por un lado, conserva la familiaridad y funcionalidad de un clásico; por el otro, aporta carácter y un gesto gráfico que la camiseta blanca no siempre logra. Actualmente, la moda exige diferenciarse sin sacrificar comodidad y esta prenda responde a la perfección. No se trata de sustituir al ícono minimalista, sino de expandir el repertorio de esenciales con una propuesta que habla de estilo consciente y seguridad estética.
Cómo integrarlo en tu guardarropa
- Oficina creativa: combínalo con un traje gris de corte relajado, logrando un guiño contemporáneo sin perder formalidad.
- Escapada de fin de semana: llévalo con shorts de lino y sandalias planas, evocando un aire mediterráneo.
- Noche urbana: úsalo bajo un blazer oversize con pantalones de cuero, para transformar su origen casual en un look sofisticado.
El polo de rayas ya no es un simple recuerdo de veranos familiares o un uniforme estudiantil; es el nuevo punto de partida de un armario moderno. Una prenda con la capacidad de adaptarse a escenarios múltiples, con la frescura suficiente para ser tendencia y la solidez necesaria para convertirse en clásico.