Tras un periodo inmóviles, los diseñadores y firmas italianas desafían al mercado francés
La industria de la moda italiana vive estos días su mejor momento. Un resurgimiento tanto en términos creativos como financieros que además de aprovechar el repunte de la economía en Italia coincide con el buen entendimiento entre industria y aparato de gobierno. Una connivencia que se debe en gran medida a la gestión de Carlo Capasa, presidente de la Camera Nazionale della Moda, y el mismo que justamente estos días anunciaba que él y su hermano Ennio abandonan Costume National, una firma que fundaron hace más de treinta años, cuando la moda italiana vivía su primera época dorada.
Desde el punto de vista de la creatividad Milán cuenta hoy en día con algunos de los diseñadores y firmas con mayor tirón a nivel internacional. Una renovada corriente de talento con Alessandro Michele a la cabeza, quien ha hecho que Gucci, enseña de origen italiano, el comodín de uno de los grupos del lujo más importantes del mundo, de capital francés. A Michele le siguen con paso firme sobre la pasarela milanesa: desde una Miuccia Prada siempre en estado de gracia, aunque los números últimamente no la acompañan, a todos esos nuevos valores de enorme potencial comercial que han rejuvenecido el ADN made in Italy. Entre otros Massimo Giorgetti (MSGM y Emilio Pucci), Lorenzo Serafini (Philosophy), Marco de Vincenzo,Fausto Puglisi, Ermanno Scervino, Francesco Scognamiglio, Iceberg o un Alessandro dell’Acquacuyo estilo en No. 21 está marcando tendencia. También está Cavalli con Peter Dundas, o el Moschino de Jeremy Scott, así como clásicos más o menso renovados, pero siempre un valor seguro, como Bottega Veneta, Marni, Missoni, Versace, Armani, Fendi, Ferragamo o Dolce & Gabbana; y eso sin contar los éxitos de Riccardo Tisci para Givenchy, Valentino o Giambattista Valli en París.
Mientras, fuera de la pasarela triunfan las joyas de Delfina Delettrez, las parkas de Mr & Mrs Italy, los bolsos de Paula Cademartori, o los zapatos de la superbloguera y empresaria Chiara Ferragni. Y es que Italia engloba el 41% de la producción de moda -tejidos, ropa y accesorios- en Europa, seguida por Alemania que representa el 11% y España el 10%. Visto lo visto ¿hay algo que podríamos aprender de todo esto?