Estrenada hace 14 años, The Devil Wears Prada sigue siendo una de las cintas de moda más emblemáticas y sus lecciones de estilo mantienen su vigencia.
Las actrices Anne Hathaway, de 37 años, y la legendaria Meryl Streep, de 70, son las protagonistas de la película; la cual está basada en la novela homónima, escrita por Lauren Weisberger. La historia de Andy Sachs, recién egresada de la universidad, y su primer trabajo en el mundo editorial de moda, asistiendo a la estricta editora de la revista, Miranda Priestly, cautivó a millones. Y sigue dando de qué hablar, incluso, hay nuevas teorías que señalan que el verdadero villano de la historia es el novio de Andy, Nate, quien truncó la que sería una destacada carrera editorial. Con comentarios a favor y encontra –además de los conflictos laborales– la trama nos presenta muchas lecciones de estilo, las cuales abordaremos punto por punto.
1. Prepárate
“¿Y antes de este día no habías oído hablar de... mí?”, Miranda Priestly Y esto lo mismo aplica para una importante cita de trabajo que para una reunión con tus amigos de toda la vida, prepárate mental y físicamente. Infórmate de qué se tratará el evento, arréglate para la ocasión y sé puntual. Eso no te librará de desafortunadas sorpresas; pero reducirá el margen de error considerablemente. Incluso, tener claro el contexto te ayudará a controlar tus reacciones, vestirte para la ocasión, plantear comentarios prudentes y estar atenta a los detalles de cómo se desarrollan las cosas.
2. Cada detalle cuenta
“La cantidad de tiempo que esta gente dispensa en detalles insignificantes”, Nate No entraremos en detalles sobre la pésima e insensible actitud de Nate, solo mencionaremos un par de sus peores frases. Y ésta, es una de las más desafortunadas, porque no, absolutamente no, los detalles no son insignificantes. De hecho, son esos pequeños elementos los que lo transforman todo. Cualquier experiencia (de cualquier índole, desde gastronómica hasta artística) trasciende gracias es esos “insignificantes” detalles. Y si se trata de la imagen, ¡aún más! De hecho, es una lección de estilo básico que, con seguridad, no solo ya aplicas, de sobre reconoces su efectividad.
3. Haz que cuente de ti
“La moda no se basa en la utilidad. Un accesorio es una pieza de iconografía que expresa una identidad individual”,Miranda Priestly La lección tres se vincula totalmente con la dos; en otras palabras, refuerza el valor y el significado de todos los elementos de tu outfit. Ya lo abordaba el filósofo francés Roland Barthes en su libro el Sistema de la Moda, quien se cuestionaba: ¿los hombres y las mujeres pueden crear sentido a través de sus vestimentas? Estamos completamente seguras de que tú sabes perfectamente la respuesta; pero, la duda real sería, ¿qué quieres decir?
4. Invierte sabiamente
“¿Por qué las mujeres necesitan tantas carteras? Con una sola basta para poner toda la basura con la que andan”, Nate En este punto, Nate tiene cierta razón. Hay una etapa en la vida en la que la colección de bolsos crece casi exponencialmente, tanto que termina por convertirse en una voluminoso estorbo en el closet. Pero, y si en lugar de tener muchos bolsos, tienes hermosos bolsos. Es decir, siguiendo las recomendaciones de la gurú del orden. Quédate con los modelos que te hacen auténticamente feliz y libérate de los que, aunque te acompañaron por buenos momentos, ya no forman parte de tu estilo. Ahora sí, consigue ese bolso con nombre propio que deseabas desde pequeña, cuidalo e intégralo a tu estilo.
5. Haz tu mejor esfuerzo
“La gente cree que el éxito es algo que ocurre sin más. No es así. Si quieres esta vida, la decisión es tuya”, Miranda Priestly Disfruta de las buenas e inesperadas cosas que ocurren en tu vida; pero trabaja para lograr las que realmente deseas. Porque tarde o temprano, tu cuerpo reflejará lo que comes; tu piel denunciará cómo la tratas, y tu ropa evidenciará tu estilo.
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6. El poder del guardarropa
Si los pequeños detalles cuenta; los grandes, ¡también! En conjunto, tu outfit puede ser fuente de seguridad. No necesitas tener el inmenso clóset que se presenta en la película; solo necesitas las prendas correctas, partiendo de las 10 prendas básicas y añadiendo los acentos de la temporada. Y por supuesto, todo debe ser de tu talla actual y estar en perfectas condiciones.
7. Evita lo obvio
8. Es ropa, no disfraz
“Sigo siendo la misma persona de antes, solo que con ropa mejor”, Andy Sachs Andy tenía razón, vestir mejor no significa cambiar de forma de ser. Aunque, por otro lado, quién dijo que la frase “nunca cambies” fuera correcta; por supuesto que, conforme crecemos, evolucionamos, pulimos nuestra personalidad y mejoramos nuestro estilo. El que era tu coordinado de ropa preferido cuando tenías 15 años, evidentemente, ya no lo es. Y eso está perfecto, las temporadas pasan, las tendencias cambian y siempre, siempre, puedes verte aún mejor.
9. Arriésgate por lo que quieres
En el momento que Andy comprendió el lugar privilegiado en el que estaba y lo que podría conseguir con él, lo dio todo y salió adelante. Define que quieres y, con calma, piensa en qué pequeños pasos te llevarán ahí. Quizá el destino está a tan solo un paso, tal vez necesitas caminar más. Sea el recorrido que te toque realizar, mientras tengas con claridad el motivo, la travesía será más ligera. Y las lecciones que aprendas, más útiles. Y claro, siempre se puede cambiar de meta.
10. Sé coherente contigo misma
“Todo el mundo quiere esto, todo el mundo quiere ser nosotras”, Miranda Priestly Lo sentimos Miranda, pero si esa es la mejor razón que tienes para explicar quién eres y por qué actúas así; piénsalo dos veces. Se trata de una excusa básica y, francamente, pobre. Tu personalidad y estilo debe formar parte de tu propio plan de vida. No el de los demás. Si logras cautivar a los demás, mérito doble; pero hacerlo, simplemente, porque es lo que los demás desean, francamente, te hace ver falsa.