¿Cómo crear vínculos más sanos y relaciones más duraderas a través de una comunicación asertiva, consciente y obviamente, con mucho amor? Porque ese siempre será el ingrediente principal para cualquier tipo de comunicación. La life coach y conferencista, Lorena Coyle, nos ayudará a identificar los 3 errores más comunes que cometemos al momento de comunicarnos. Según Coyle, el primero error es la eliminación. Se llama así porque, lo que hacemos es que nos centramos solamente en lo que queremos escuchar y en lo que queremos decir olvidándonos del otro, de quien nos está escuchando, y simplemente nos basamos en lo que nosotros queremos decir y hacer. La falla en esta comunicación se da por el hecho de basarnos en el “yo”, olvidándonos del “nosotros” o del “tú”. Como resultado, la otra persona se cierre al diálogo. Nuestra life coach experta nos explicó que: “Si realmente quieres tener una comunicación y un vínculo sano, es importante que tengas la capacidad de poder ponerte en los zapatos del otro, y que ese mensaje que tu estés dando también incluya a la otra persona y no se vuelva un monólogo.” Lee también: La felicidad no depende del dinero sino del amor El segundo error común que cometemos es la generalización. ¿Quién no ha dicho el clásico “siempre”, “todo”, “nada”, “nadie”, “nunca”? Por ejemplo: “lo que pasa es que nunca me contestas los mensajes”; “siempre estas ocupado/a”. Pero Coyle nos invitó a reflexionar si es que en realidad, ¿siempre lo está?, en realidad, ¿nunca pasa?. Y nos explica que hay que ser muy cuidadosos al momento de comunicarnos, ya que al momento que decimos “siempre/nunca”, ¿sabes lo que va a pasar con el otro? Te va a decir: “espérame, sí lo hago, pero es que si dices que ‘siempre, nunca’ entonces yo ya no lo voy a hacer”. Hay que tener mucho cuidado con las generalizaciones.
El tercer y la último error que explicó Coyle es la distorsión. Esto sucede cuando le atribuimos un significado o una interpretación a lo que escuchamos o a lo que queremos decir. Este es clásico: “me dijo esto… pero lo que quiso decir en realidad fue esto otro…”. No hagamos esto, concentrémonos en cuáles fueron las palabras exactas que nos dijeron. A veces lo que hacemos con las distorsiones es que al, darle nuestra propia interpretación, nos inventamos nuestra propia novela, nos enojamos y nos ponemos tristes basados en la interpretación que nosotros le estamos dando a lo que decimos o nos dicen. Intentemos comunicarnos de manera cortés, sin agresividad ni doble sentido que no nos lleva a nada, y yendo al punto de lo que queremos decir. Es clave comunicar la información completa, con los detalles pertinentes, pero sin atribuirle sentimientos. Además, es importante para lograr un intercambio efectivo ser coherentes, hablando con orden, porque cuando no tiene un orden por lo general la persona que te escucha ya también se fue mentalmente de la conversación. Y, de lo más importante para nuestra life coach experta, es ser claros, y nos comparte un truco: “Cuando yo me comunico con el otro, por lo general siempre hablo de mi, de lo que yo pienso, de lo que yo digo y de lo que yo veo. Cuando uno va por la vida culpando a otro de lo que pasa, es cuando la otra persona se cierra y empieza a defenderse [...] es básico aprender a escuchar, que no es lo mismo escuchar que oír. Y entonces, cuando aprendemos a escuchar, es cuando hablamos desde el amor, desde la compasión, sin imponer interpretaciones a nada, siendo claros, concisos y al punto.” Lee también: ¿Por qué viajar sola en tus 30 es una buena idea?