Darren Aronofsky, uno de los cineastas más singulares de Hollywood, ha construido su carrera sobre narrativas intensas, viscerales y, en muchos casos, incómodas. Películas como Réquiem por un sueño, El cisne negro o The Whale son pruebas de un estilo cinematográfico donde la obsesión y el dolor se convierten en el centro de la trama. Sin embargo, con Atrapado robando (Caught Stealing), el director neoyorquino abre una nueva etapa creativa: un thriller con humor negro y tintes de comedia criminal, muy alejado del dramatismo psicológico que lo ha definido hasta ahora.
La película, protagonizada por Austin Butler y Zoë Kravitz, llegará a salas mexicanas el 29 de agosto de 2025, marcando uno de los estrenos más esperados del año.
Un Aronofsky distinto
Lo que hace especial a Atrapado robando es el cambio radical en la mirada de su autor. Darren Aronofsky nunca había explorado el terreno del humor, mucho menos de una comedia teñida de violencia urbana y enredos mafiosos. La historia sigue a Hank Thompson (Austin Butler), un exjugador de béisbol que ahora trabaja como bartender en el Lower East Side. Su vida se mantiene en calma hasta que acepta un encargo aparentemente simple: cuidar el gato de su vecino. Lo que parece un gesto inocente se transforma en una pesadilla cuando se ve envuelto en un conflicto con pandillas criminales y persecuciones que ponen en riesgo su vida.
Zoë Kravitz interpreta a Yvonne, la novia de Hank, aportando un contrapunto emocional y elegante en medio del caos. A su alrededor, un reparto ecléctico —que incluye desde personajes punk hasta mafiosos con aspiraciones tragicómicas, donde aparece Bad Bunny como un mafioso puertorriqueño— completa un escenario donde la tensión convive con un humor ácido.
¿Por qué es diferente a todo lo que ha hecho antes?
- Cambio de género: Darren Aronofsky deja atrás los dramas existenciales y se atreve con un relato más ligero en apariencia, aunque igualmente complejo en su construcción.
- Nueva energía visual: en lugar de atmósferas densas y oscuras, la película juega con una estética vibrante, inspirada en el Nueva York de finales de los 90.
- Ritmo narrativo ágil: la cinta se mueve con la velocidad de un thriller contemporáneo, entre persecuciones, giros inesperados y diálogos cargados de ironía.
- Un toque irónico: aunque conserva la tensión, hay espacio para la sátira y la crítica social, elementos que amplían el registro del director.
La química entre Kravitz y Butler
Otro de los grandes atractivos de Atrapado robando es el encuentro en pantalla de Austin Butler, consolidado tras su interpretación en Elvis, y Zoë Kravitz, icono de estilo y fuerza escénica. Su presencia conjunta imprime frescura y magnetismo a una historia que podría haber recaído en lo caricaturesco, pero que se eleva gracias a la solidez de ambos intérpretes.
Un estreno que marca la agenda
El 29 de agosto de 2025, la cinta llegará a salas mexicanas en simultáneo con otros mercados internacionales. La expectativa es alta: se trata de un Aronofsky diferente, un relato con sabor a cine de autor, pero vestido de thriller comercial, que podría conquistar tanto a los seguidores del director como a un público nuevo en busca de entretenimiento audaz.
Más que un experimento, un giro creativo
Atrapado robando representa un punto de inflexión en la carrera de Darren Aronofsky. Si bien conserva su precisión en la construcción de personajes y su obsesión por los detalles visuales, el tono de esta película demuestra que el director no teme reinventarse demostrando que su cine puede ser intenso sin dejar de ser divertido, y profundo sin caer en el exceso de solemnidad.
Con un elenco magnético, un guion cargado de giros inesperados y un director en plena reinvención, esta cinta promete no solo marcar el otoño cinematográfico, sino también abrir una nueva etapa en la trayectoria de uno de los realizadores más intrigantes de las últimas décadas.