Ni pesas, ni atletismo: el entrenamiento que mantiene en forma a Antonela Roccuzzo solamente requiere un trampolín. Se llama jumping fitness y, aunque podría parecer una clase más de cardio, es una disciplina de alto rendimiento que estimula el sistema linfático, esculpe el cuerpo y mejora la resistencia. No es casualidad que Antonela Roccuzzo—una de las figuras más influyentes del momento—lo haya sumado a su rutina. La popularidad del salto ha ido en ascenso entre quienes buscan resultados visibles sin agotar las articulaciones.
En cada sesión, el cuerpo trabaja sin tregua, siendo más efectivo en core, piernas, glúteos, espalda y brazos, los cuales se activan de forma continua para mantener el equilibrio mientras se salta al ritmo de música enérgica. Pero más allá de la tonificación muscular o el gasto calórico, este entrenamiento tiene una virtud extra que lo hace adictivo: hace sentir bien.
Eleva la energía, aligera el cuerpo y deja una sensación de ligereza que dura horas.
¿En qué consiste una clase de jumping?
El salto se practica sobre un mini trampolín individual y durante la clase una guía instructora una coreografía compuesta por saltos controlados, desplazamientos laterales y pequeños rebotes que van escalando en intensidad. No hay impacto directo con superficies duras, por lo que es mucho más amable con rodillas, tobillos y espalda baja que correr o saltar sobre piso firme.
Sin embargo, el trabajo cardiovascular en jumping es notable: en una sesión de 45 minutos pueden quemarse entre 500 y 700 calorías, dependiendo del nivel de intensidad. El equilibrio constante y la coordinación hacen que los músculos estabilizadores se activen en todo momento, generando una tonificación más profunda que en un entrenamiento de fuerza convencional.
Además, la actividad sobre el trampolín promueve el drenaje linfático y la eliminación de toxinas, lo que también puede mejorar visiblemente la salud de tu piel.
Antonela Roccuzzo no solo es conocida por su estilo y presencia en eventos deportivos, también ha construido una imagen coherente con un estilo de vida saludable. Desde hace años se ha mostrado cercana al mundo del pilates e interesada en diversas actividades fit, los entrenamientos funcionales y las rutinas personalizadas, por ejemplo. La incorporación del salto en su rutina responde a una búsqueda clara: mantenerse fuerte, ágil y energizada sin recurrir a métodos extremos, ni intervenciones quirúrgicas. Para muchas mujeres, ella representa una figura de inspiración realista.