El Feng Shui, más que una corriente estética, es una filosofía que busca armonía entre la energía personal y el entorno. Sus principios no se limitan a la arquitectura o la decoración, también se reflejan en lo que vestimos. Cada color transmite una frecuencia, y según esta práctica oriental, elegir los tonos adecuados puede potenciar la buena fortuna o, por el contrario, bloquearla.
Durante el otoño 2025, cuando la naturaleza entra en un ciclo de transformación y los días se vuelven más introspectivos, la energía yin predomina. Es una etapa para cerrar procesos, soltar lo innecesario y preparar el terreno para lo nuevo. En ese contexto, algunos colores pueden generar un desequilibrio sutil si se usan en exceso o en momentos poco propicios.
Negro absoluto, el color del exceso de introspección
Aunque es símbolo de elegancia y poder, el negro representa también el elemento agua, asociado con la quietud y la oscuridad. Usarlo constantemente durante el otoño puede intensificar la sensación de cansancio o melancolía. El Feng Shui sugiere equilibrarlo con tonos cálidos —como el beige o el terracota— para mantener una energía vital más activa.
Gris plomo, el tono que apaga la motivación
El gris puede aportar neutralidad y sofisticación, pero su versión más densa, cercana al acero o al humo, está vinculada con el estancamiento del chi. En temporadas donde la energía natural ya tiende al descanso, abusar de este color puede generar sensación de apatía. Si no quieres eliminarlo del todo, equilibra con un accesorio dorado o un labial color cereza para elevar el ánimo.
Verde oliva apagado, cuando la renovación se detiene
El verde simboliza crecimiento, pero en su versión más opaca se relaciona con el desgaste. En otoño 2025, el Feng Shui invita a moderar su uso porque puede interferir con la claridad emocional y la toma de decisiones. Si lo usas, combínalo con un toque de blanco o cobre para revitalizar su energía.
Tonos metálicos fríos, el brillo que dispersa la calma
Los plateados intensos o el azul metálico, aunque visualmente impactantes, pueden alterar la serenidad que el otoño busca cultivar. Representan el exceso de yang en una temporada dominada por el yin. Mejor reservarlos para eventos nocturnos o combinarlos con prendas de tejidos naturales.