En su regreso de los Hamptons a Nueva York, Sarah portó unas sandalias de madera, muy lejanas a sus famosos Manolo Blahnik azules de la serie. Se podría pensar que la elección de la actriz era en pos de la inmediatez y la comodidad, pero en realidad, es que el par tiene historia en la vida de la actriz. Los zapatos en cuestión son de la marca Swedish Hasbeens Kringlan</i> y son ideales para viajar.</p>