La estrella de televisión recuerda uno de los momentos más especiales de su vida
Fue en 2014 cuando Kim Kardashian y Kanye West no lograron hacerse con el permiso que les habría llevado a contraer matrimonio en el Palacio de Versalles en Francia.
Sin embargo, la pareja logró conseguir un permiso especial que les permitió ofrecerles a sus afortunados invitados una visita guiada que estuvo repleta de sorpresas. Entre ellas, lo que destacó fue un romántico espectáculo en el interior del recinto que, de alguna forma, marcó la cuenta regresiva de la esperada boda que se celebró al día siguiente.
Para la ocasión, Kardashian eligió un vestido blanco firmado por Maison Margiela, mismo que ahora recuerda con una fotografía en Instagram.
La prenda, en estilo tuxedo, formó parte del guardarropa que usó durante el fin de semana de su boda y que costó más de 150 mil dólares.