Entre las innumerables piezas que conformaron el legendario joyero de la reina Isabel II, una sobresale por su historia, su valor y su impecable diseño: el collar Nizam de Hyderabad. Considerado como la joya más costosa y opulenta de su colección personal, esta pieza no solo representa la exquisitez del arte joyero británico, sino también una historia de poder, diplomacia y legado que trasciende generaciones.
El collar fue un obsequio de bodas en 1947 del Nizam de Hyderabad —entonces uno de los hombres más ricos del mundo— poco antes de su coronación. El gesto no fue menor: se trataba de una elección libre, ya que el Nizam solicitó a la casa Cartier que diseñara —para la entonces princesa Isabel— lo que ella deseara. La futura reina optó por un conjunto compuesto por un collar y una tiara, aunque fue el collar el que capturó todas las miradas desde el inicio.
El diseño es una obra maestra de la década de 1930: elaborado en platino, con una cascada de diamantes talla brillante y talla baguette montados en motivos florales, el collar posee un equilibrio excepcional entre modernidad y clasicismo. Aunque su precio exacto es difícil de estimar —debido a su exclusividad y a que nunca ha sido vendido ni subastado— expertos en joyería lo sitúan como la joya más valiosa del joyero real, superando incluso tiaras históricas por su pureza y diseño intemporal y con un precio estimado de 80 millones de euros.
Durante su reinado, Isabel II lució esta pieza en contadas ocasiones, reservándola para eventos de máxima formalidad. A pesar de su deslumbrante presencia, el collar rara vez fue protagonista en público. Quizá porque, como tantas otras decisiones de la monarca, se trató de una pieza para trascender, no para deslumbrar.
El destino del collar Nizam de Hyderabad tras la muerte de la reina Isabel II
Tras su fallecimiento en septiembre de 2022, muchas preguntas surgieron sobre el destino de sus joyas personales. Es importante distinguir entre las piezas que forman parte de la Colección Real (que pertenecen al Estado y se heredan con la Corona) y aquellas que eran propiedad privada de la reina. El collar Nizam de Hyderabad pertenece a este último grupo. Sin embargo, y como era de esperarse, no fue legado a un coleccionista ni puesto a subasta.
La princesa de Gales, Kate Middleton, es la única mujer aparte de Isabel II en haber lucido públicamente el famoso collar, incluyendo eventos destacados como la Portrait Gala de 2014 y recepciones diplomáticas, respetando la voluntad de preservar su legado dentro del círculo real. De hecho, ya lo había lucido en una recepción diplomática en Buckingham, en una clara señal de continuidad y pertenencia. Así, el collar no ha cambiado de manos, sino que ha sido integrado a la nueva etapa de la familia Windsor como un símbolo de historia compartida y poder silencioso.
En definitiva, el collar Nizam de Hyderabad no es solo una joya deslumbrante: es un testimonio del vínculo entre realeza, lujo y diplomacia. Una pieza que sigue viva, no encerrada en vitrinas ni en el recuerdo, sino como parte activa de una narrativa que continúa escribiéndose con cada aparición pública.